Capítulo: 54

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La graduación.

Bajó las escaleras vistiendo el vestido azul que su abuela le regaló y con los zapatos colgando de su mano derecha. Lourdes ya sonreía antes de verla bajar, Brap no, él estaba apoyado en la pared, sintiendo el peso de sus pecados sobre sus hombros, puede que les pesaran demasiado.

Acabó sonriendo cuando Dafne bajó el último escalón y acabó delante de él y de Lourdes. Minerva podría pensar lo que quisiera su hija era perfecta, tan perfecta como lo fue Valeria.

Lourdes la estrujó con fuerza "¿por qué has crecido tanto?" le preguntó mientras aumentaba la fuerza con la que sostenía a su nieta. "Cosas del tiempo" le contestó Dafne tratando de escapar sin que se notara que escapa de los brazos de su abuela.

—Mamá déjala respirar que la vas a afiliar. — Habló Brap colocando sus manos sobre los hombros de su madre.

Le hizo caso "Esta tan guapa" él asintió. Dafne se sentó en las escaleras a ponerse los zapatos. Los tacones de Minerva se escucharon en el piso de arriba, la mujer severa ya estaba lista y dispuesta a bajar.

Llevaba un vestido negro y en su mano derecha un pequeño bolso plateado. Había soltado su pelo, se había hecho tirabuzones y se había hecho un medio recogido. Uso más maquillaje de lo habitual, sus labios se volvieron rojos pasión.

Miró a su hija, una mirada entre la aprobación y la desaprobación. No dijo una sola palabra del vestido, ni de las ondas de su pelo suelto, ni del poco maquillaje, demasiado discreto tal vez, que llevaba. Pero lo pensó "no va de lo mejorcito, pero al menos se ha arreglado."

—Vámonos. — ordenó esperando que todos la siguieran hasta la puerta. Nadie lo hizo.

—Primero voy hacerle un par de fotos a tu hija. — Dafne miró a su abuela. — Es lo normal, todos los padres le hacen fotos a sus hijas el día de la graduación. — Miró a Minerva y luego volvió a mirar a su nieta. — A ti te las harán tu padre y tu abuela.

—No hace falta...

—Si hace falta, quiero fotos de mi hija el día de su graduación. — la interrumpió Brap.

—Que sea rápido. —añadió Minerva.

Y hubo esa típica sesión de fotos antes de ir a la graduación.

Había un sol brillando en lo más alto del cielo. Un cielo azul, muy azul, un azul claro pero intenso al mismo tiempo. Escasas nubes había en ese cielo, escasas por que decir ninguna sería mentir, mentir porque había algún pequeño borrón medio blanco medio transparente en ese cielo azul claro e intenso a la vez, difícilmente calificable como nubes.

Había muchas sillas colocadas por todo el césped, ordenadas, formando filas, y frente ellas un escenario con un micro en el centro.

Lourdes se había enguachado del brazo derecho de su hijo, su nieta caminaba a su lado. Ambos escuchaban el relato sobre la graduación de Brap de la boca de la mujer. La mujer severa caminaba unos pasos delante de ellos, con la cabeza bien alta, con un poderío imponente que todos ignoraron.

El patio del instituto estaba lleno de alumnos de último curso, todos con sus padres y otros familiares cercanos. Las chicas llevaban vestidos elegantes y los chicos trajes de chaqueta. La mayoría de las alumnas parecían haberse puesto de acuerdo en llevar su pelo en elaborados recogidos, en maquillar sus rostros hasta quedarse sin maquillaje y en sonreír, en sonreír mucho.

Muchas de esas personas habían ido a la peluquería aquel día, Minerva era una de ellas, Dafne no, ella se había hecho aquellas ondas en las parte media-baja de su melena sola, en su habitación con ayuda de su plancha y cantando las canciones que se reproducían en su portátil.

Ella {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora