Capítulo:37

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Eres perfecta.

Dafne se estaba tomando con calma eso de llevar a Harry a casa. No tenía prisa alguna por dejarlo allí y marcharse. Quería disfrutar del viaje, un viaje lento entre las calles iluminadas de Los Ángeles.

Tras unos segundos mirándose a los ojos, Harry se las ingenió para sacar las llaves de su coche del bolsillo derecho de su pantalón negro. "Llévame a casa, por favor." Le dijo a Dafne cuando sus esfuerzos obtuvieron frutos.

Ella rió por la forma en la que Harry agitaba las llaves junto a su rostro, con un intento de puchero en sus labios y por lo difícil que le resultó hablar. Dafne cogió las llaves y por ello ahora se encontraba conduciendo el coche de Harry.

Trataba de concentrarse en el vehículo que conducía, no era como el suyo, no hacía falta apretar con fuerza los pedales para que funcionasen y el volante se movía con fluidez. Harry le estaba poniendo difícil eso de concentrarse, miraba atento cada movimiento de su cuerpo, dispuesto a adorar cualquier error en su imperfecta conducción.

—Deja de mirarme. — Le dijo con una amplia sonrisa brillando en sus labios.

—No puedo. — Le dijo él admirando su rostro desmaquillado. — Y es tu culpa por ser tan perfecta.

Dafne lo miró, una mirada rápida, fugaz, pero lo suficiente lenta como para ver su rostro sereno, sus ojos verdes, muy verdes, resplandeciendo desde su lugar. Sus mejillas rojas, había bebido demasiado y su pelo revuelto, como a ella le gustaba.

Era la primera vez en mucho tiempo que le decían que era perfecta. La única persona que alguna vez se lo dijo antes que Harry, fue su abuelo.

Recordaba con exactitud la última vez que lo escucho de sus labios. Hacía dos años ya, ella tenía dieciséis años entonces, vivía en nueva York y aún se atrevía a desafiar a Minerva con descaro, sin disimulo.

Todos esperaban la muerte del hombre, todos menos Dafne que no tenía el valor para verlo, para aceptarlo. Tres días antes de la esperada tragedia, Roller, quiso volver a su casa, abandonar la frialdad del hospital, morir en su hogar. Nada más llegar se sentó en su viejo sillón.

Jugó con las llaves de su, ya viejo, escarabajo azul, mientras que decidía quien sería la futura dueña del vehículo. No lo pensó por mucho tiempo, se lo daría a Valeria "Cuida de el, adoro ese viejo tracto." Le dijo "Será tuyo, cuando volvamos" Entonces le pidió a Dafne que le llevara a la playa, quería ver el sol escondiéndose bajo en mar por última vez.

Aquel día fue la primera vez que, Dafne, condujo el escarabajo azul. Lo condujo por las calles de Los Ángeles, la ciudad de sus abuelos.

"Llevo un tiempo resistiéndome a dejar este mundo, porque tu no terminas de ver que mi tiempo aquí se acabó" Dijo el anciano sin mirar a su nieta, el sol ya comenzaba a bajar y él no queria perderse el espectáculo. "Pero ya no puedo resistirme más" Ahí fue cuando Dafne supo que su abuelo se moría.

El sol siguió bajando pero antes de que se acercara demasiado al mar, Roller volvió hablar. "ninguno de los dos está preparado para decirle adiós al otro, asique no lo hagamos" Dafne asintió con lagrimas saliendo de sus ojos y abrazó a su abuelo mientras miraban el espectáculo. Cuando este terminó pusieron rumbo a casa.

"Te quiero muchísimo, abuelo" le dijo Dafne en el coche parado delante de la casa de sus abuelos. "Te quiero muchísimo, Dafne. Eres perfecta" Él se lo dijo con el mismo cariño que tantas veces antes se lo había dicho, y ella lo recordó con el mismo amor que sentía por su abuelo.

Ayudó a Harry a salir del coche, subió con él en el ascensor y abrió la puerta que él no pudo abrir. Cuando la puerta estaba abierta él se apoyó en el marco de esta y volvió a mirar a Dafne. Llevaba el pelo suelto, como a él le gustaba.

— ¿Y ahora como lo hacemos?— arrastró sus palabras. —Te llevo a casa si después me traes otra vez.

— ¿Y después tu me volverás a llevar a casa?— Dijo ella riendo.

—Si después me vuelves a traer tú, si.

Era ella sin miedos, sin remordimientos, era ella sonriendo, riendo, y se sentía bien siendo ella, demasiado bien, tan bien que no le importaba ser ella. Lo había conseguido Harry, con su presencia relajada y despreocupada.

—Le veo lagunas a tu plan.

—Yo creo que es el plan perfecto, pasaría toda la noche contigo. — Dafne comenzó a reír de nuevo, y Harry sonrió.

La quería entre sus brazos, borracho o no eso no cambiaba, porque borracho o no con ella entre sus brazos notaba su corazón dentro de su pecho. Sonreía si ella reía, volvía a sonreír con Dafne cerca. Ella era su paraíso y quería estar en el

—Me iré sola.

Comenzó a caminar hacia el ascensor, cargando con toda su perfección. El paraíso de Harry se iba, se alejaba de él, y aquella noche no queria decirle adiós.

—No, no, no. — Comenzó a seguirla, hasta que se colocó frente a ella. — Yo te llevo, y si no me quieres traer otra vez no pasa nada, me quedo en tu casa y asunto arreglado.

—No puedes quedarte en mi casa. — dijo mientras le acariciaba el rostro.

—Tú en la mía si te puedes quedar.

Que dulce tentación ¿le estaba permitida? Lo estuviera o no ella queria caer en aquella tentación, lanzarse a ella, sin paracaídas, la tentación era más dulce con el riesgo de estamparse contra ella.

Se abrazó a Harry, estaba a punto de lanzarse y no tenía miedo, le gustaba no tener miedo. Él la rodeó, con cuidado, con fuerza, con amor y con miedo de soltarla y que se fuera. No quería que ese abrazo fuera su forma de decirle adiós aquella noche.

Se separaron un poco sin desenrollar los brazos del cuerpo del otro. Se miraron, cerraron sus ojos y comenzaron a rozar sus narices, hasta que el deseo pudo con ellos y comenzaron a besarse.

—Harry— susurró alejándose de los labios que la besaban con ternura.

—No pararé esta vez, lo prometo. Estoy seguro de lo que quiero y de lo que siento.

Trató de volver a aquellos labios tan perfectos como toda Dafne, pero ella colocó sus manos en el pecho de Harry y este no la volvió a besar. Pegó su frente a la de ella.

— ¿Qué quieres?— cuestionó ella.

—A ti. — le contestó.

— ¿Qué sientes?—preguntó.

—Que estoy perdidamente enamorado de ti. — Le confesó.

Ella {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora