Aléjate
Había mucho que no sabían el uno del otro, y mucho más aún, que deseaban conocer. Harry moría por conocer algún defecto de Dafne. Solo uno, le era suficiente. Se le hacía impensable creer que podía existir alguien tan perfecto como ella parecía ser. Dafne deseaba saber sobre el interior de Harry. Sobre aquella parte que no se le ve a las personas, pero que las hace tan únicas como especiales.
Harry era muy especial, debía de serlo porque conseguía hacer crecer ese pozo sin fondo de curiosidad en el interior de Dafne. A pesar de que ella había dejado de tener curiosidad por las cosas. Hacía más de un año que los días pasaban iguales para ella. Uno tras otro, la misma rutina sin sentido, ninguna emoción en su vida. No buscaba nada, no encontraba lo que había perdido, se olvidaba de soñar y abandonaba sus sueños. Harry había tachado a la vida de un infierno donde pecar para sentir placer. Se había entregado a la lujuria y al morbo. Había convertido al alcohol en la medicina de su alma y a la noche en su momento de reinado.
La muchacha bajó las escaleras tan rápido como sus piernas se lo permitieron y sin detenerse en el camino salió de la casa. Paró cuando salió y miró al frente, en la acera opuesta a la que ella estaba, vio a Harry. Vestía todo de negro, conjuntado con el coche en el que estaba apoyado mientras se fumaba un cigarrillo. Miró a la figura femenina a través de sus gafas oscuras. Dio una última calada al cigarrillo, que apenas estaba consumido, y lo arrojó junto a él para pisarlo sin dejar de mirar a la que lo miraba curiosa.
Que escena más sexy y era toda para ella, para Dafne. Nadie más la disfrutó.
Quiso ver sus ojos, quiso saber si seguían tañidos de oscuro pero las gafas de sol se lo impedían. Dafne no podía ver lo quería ver. Mientras tanto esas mismas gafas no le impedían a Harry ver lo que quería ver "tiene que haber algo, no puede ser tan jodidamente perfecta" pensó él y Dafne insegura comenzó a cruzar la calle. Mientras ella se acercaba él retiró las gafas que escondían sus ojos. Los podía ver, estaban del color verde que no le asustaba. Pero aún así mantuvo las distancias. Los dos querían decir algo pero ninguno podía. Aquel silencio estaba en el límite entre lo cómodo y lo incomodo.
— ¿Qué haces aquí?— Susurró Dafne.
—He venido a buscarte, por si quieres que te lleve al colegio. —Por si quieres, no era una orden, podía elegir, quería elegir.
— ¿Por alguna razón en especial?
—Aún no te he arreglado el coche ¿te llevo?
Dafne mordió su labio inferior con delicadeza, daleó su cabeza levemente hacia la derecha y la punta de su coleta dio con su hombro. "Tan perfecta" pensó Harry mientras ella fingía pensar su respuesta.
—Vale— Le sonrió.
Se subieron al coche y Harry condujo hasta el instituto. Los dos en silencio, un silencio lejos del límite entre lo cómodo y lo incomodo. Un silencio cómodo. Dafne había roto todos los esquemas de Harry estaba derribando sus reglas. Nuca llevar a una tía en su coche al menos que el destino fuera su cama. A Dafne no la llevaba a su cama y estaba en su coche. Tratarlas a todas como lo que son: objetos sexuales. A Dafne no la trataba como un objeto sexual, no era un objeto sexual. Ella era ella, la figura femenina. Él no se enamoraba de ellas, ellas se enamoraban de él ¿Había derribado Dafne esa regla también?
— ¿Ahora también te trae a clase?
La rubia se había sentado junto a Dafne mientras esta luchaba por no ser vista por los demás alumnos. Dafne se giró para mirar la que estaba sentada junto a ella. Miraba al frente, como s Dafne no estuviera ahí, como si no le hubiera hablado.
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Ella {EDITANDO}
FanfictionSu cuerpo se mueve ágil rodeado de la melodía desprendida de un piano, su corazón late en su pecho, sus recuerdos la queman y su dolor no la deja ser ella. Sus pies pisan la arena de la playa, en su pecho un corazón fío y seco, sus recuerdos abando...