Ella {EDITANDO}

Capítulo: 22

Recordar

Estaban buscado el coche, bueno Harry lo hacía mientras Dafne lo seguía tropezándose con sus propios pies y riendo por ello. En uno de esos tropiezos chocó con la espalda de Harry este se giró y la sujetó, no quiso que callera. Colocó con delicadezas sus manos en la cadera de ella y sonrió cuando Dafne apoyó la cabeza en su pecho. La rodeó con sus brazos y comenzó a acariciarle el pelo.

Ella con sus ojos cerrados disfrutó de la comodidad del pecho de Harry. "Creo que estamos andando demasiado rápido" Susurró sin poder abrir sus ojos. "Estamos parados Dafne" Le contestó él rebosando placer por tenerla entre sus brazos. La cogió con cuidado, Dafne se acomodó en sus brazos y dejó que la llevara hasta su coche. Se había dormido, antes de estar sentada en el coche Dafne se había dormido, en los brazos de su dios griego.

Mientras Harry conducía hasta su casa, le lanzaba alguna que otra mirada a la chica que dormía en su coche. Se aseguraba de que respiraba tranquila y volvía a mirar al frente. Le parecía tan bonita dormida que llegó a creer que no era real.

Se las ingenió para sacarla del coche, subirla hasta su piso y, lo más difícil, abrir la puerta sin dejar a Dafne en el suelo. La miraba, Harry la miraba mientras la llevaba a su habitación. Le quitó la ropa con mucho cuidado, el mismo cuidado con el que le puso una de sus camisetas, no quiso despertarla. Le quedaba grande, la camiseta blanca que le había puesto le quedaba grande pero Harry pensó que había sido fabricada para cubrir su delicado cuerpo aquella noche.

Lo primero que Harry vio al despertarse fueron los parpados de Dafne tapando el color de sus ojos. Tenía las pestañas negras y largas, muy largas. Bajó la mirada hasta los labios de la chica que dormía junto a él, estaban pegados, eran rojizos. Siguió bajando la mirada y acabó en el pecho de Dafne, miró atento como subía y bajaba tranquilo. Perezoso se levantó de la cama y fue a darse una ducha.

Iba camino de la cocina cuando el timbre sonó, cambió el rumbo. Harry abrió la puerta y dejó que Louis entrara, vio como se tiró al sofá y cerró la puerta para retomar su camino a la cocina.

—Ayer intenté contarte que me encontré con Dafne. — Harry se giró antes de entrar en la cocina y caminó hasta llegar al sofá. — No me dejaste. — Harry se sentó junto a su amigo.

— ¿Y lo de que se emborracharla fue planeado o surgió?

Louis miró a su amigo sospechando que había algo de lo que él no se había enterado. No sabía descifrar si estaba enfadado o no porque Dafne se emborrachó la noche anterior, el rostro de Harry estaba neutro, no había expresión alguna en él.

— ¿Cómo sabes tú eso?

—No sé, ¿tal vez porque me la encontré borracha y ahora la tengo durmiendo en mi cama?

Los ojos de Louis se abrieron tanto como pudieron. Se había sorprendido, no esperaba que Dafne hubiera acabado en la cama de Harry. La había buscado, cuando decidió volver a casa había buscado a Dafne pero no la encontró. Supuso que se había machado a casa, su casa, pero nunca imaginó que a donde se había marchado fue a la cama de Harry.

— ¿Te has aprovechado de que estaba borracha pa...

— ¡No! Louis, no le he tocado un solo pelo. — Harry le interrumpió mientras le miraba desafiante. — ¿Cómo acabo tan borracha?

Louis se encogió de hombros pensando que era obvio que la respuesta; bebiendo alcohol. Tras la respuesta silenciosa de Louis Harry preguntó si el tubo algo que ver y ahí fue cuando Louis comenzó a creer que no había sido buena idea ir allí aquella mañana.

—Le invité a unas copas, ella me lo pidió.

—La emborrachaste y la dejaste sola ¿no?

—No fue así exactamente y a ella le pareció bien. — Se excusó Louis.

Dafne comenzó a acariciar la parte de la cama que estaba vacía, era blanda y suave, muy suave. Dejó de tocar las sabanas de seda y se tocó la frente, poco a poco comenzó abrir los ojos. La luz le molestaba, la cabeza le dolía. Tenía la boca seca y puede que quisiera vomitar. Miró las paredes que la rodeaban, esa no era su habitación. Se sentó de golpe, hubiera vomitado si no fuera porque estaba deseosa de saber cómo estaba su cuerpo bajo las sabanas. Se desarropó apresurada y miró la camiseta blanca que cubría su vientre. No recordaba si ella se puso la prenda, quería recordarlo pero no podía. Con cuidado dejó que sus pies descalzos tocaran el suelo y con cuidado se puso de pie.

Louis, recordó a Louis, el olor de él calmando su respiración, sus labios en su frente, el aire frio de la noche, el que ella buscó con desespero. Recordó a su madre, a Valeria, recordó como la nombró y una lágrima se le escapó.

Salió de aquella habitación en la que amaneció y siguió el pasillo que le llevó hasta salón. Harry, no recordaba a Harry. Él estaba allí sentado en el sillón mirando la pantalla de su móvil, la tele encendida y el mando reposando en la pierna de él, de Harry.

— ¿Harry?— Susurró y él la miró.

Se tambaleó y se sujetó en la pared. Harry se levantó dejando el móvil sobre el sillón y sin importarle que el mando callera al suelo se acercó a Dafne con rapidez y le sujeto el rostro mientras le preguntaba si estaba bien. Ella asintió.

— ¿Dónde está el baño?

Harry le señaló la puerta del final del pasillo mientras le decía "allí y en la habitación hay otro" Dafne corrió hasta la puerta del final del pasillo. Harry la siguió, caminaba muy despacio. Cuando llegó se encontró con Dafne sentada en el suelo delante del retrete, su brazo derecho estaba apoyado en la taza y su cabeza sobre el brazo derecho. Harry se sentó junto a Dafne, apoyó su brazo izquierdo en la taza y su cabeza sobre su brazo izquierdo. Se miraban sin decirse nada disfrutaban del silencio que les rodeaba, parecía que se habían olvidado de todo menos de lo que miraban.

—Lo siento. — Susurro Dafne.

Harry le sonrió, se levantó y esperó a que ella lo hiciera para cerrar la tapa del retrete y decirle a la chica que se sentara en ella. Lo obedeció. Mojó una toalla, se puso en cuclillas frente a Dafne y le pasó la toalla mojada por la cara. Mientras lo hacía lo decidió. No se alejaría de ella, no quería hacerlo y no lo haría, la cuidaría porque su vida era mejor cuando la cuidaba.

— ¿Vives con tus padres?— Harry negó y se puso de pie.

—Vivo solo. — La miró y le sonrió. — He mandado a Louis a por comida. Date una ducha mientras vuelve. Puedes coger algo de mi ropa.

—Quiero irme a casa.

—Te llevo después de que comas algo.

Le besó la frente deteniéndose a disfrutar del beso y volvió al sillón. Dafne bajo el agua que salía de la ducha, comenzó a recordar, recordó a Harry, recordó la conversación y rió, sola metida en la ducha de Harry, se rio.