Día 50 Meditemos Hoy Un Momento En Deuteronomio 7:11-12

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Nuestras relación con Dios tiene que ser una relación recíproca, tanto esperamos nosotros de Dios, tanto debemos de nosotros ser obedientes, esta relación es similar a la relación natural que existe entre un padre y su hijo, el padre siempre estar...

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Nuestras relación con Dios tiene que ser una relación recíproca, tanto esperamos nosotros de Dios, tanto debemos de nosotros ser obedientes, esta relación es similar a la relación natural que existe entre un padre y su hijo, el padre siempre estará dispuesto a dar lo que su hijo pide, si y sólo si, su hijo hace los méritos mínimos necesarios, si tienes unas buenas notas en el colegio, si es obediente, si es amable y sincero, es algo básico, todos sabemos eso y todos entendemos que si somos buenos nos sucederán cosas buenas, y en Dios no es la excepción, miremos que dice la cita bíblica en la que estamos meditando el día de hoy:
"Por Lo Tanto, Cumplan Todos Sus Mandamientos. 》Si Ustedes Cumplen Siempre Todas Estas Enseñanzas, Dios También Cumplirá Las Buenas Promesas Del Pacto Que Hizo Con Nuestros Antepasados."
A esto me refiero cuando habló de reciprocidad, cuando nos disponemos a ser obedientes a Dios en sus mandatos y enseñanzas él se compromete con nosotros a que se hagan realidad, cada una de las promesas a las que tenemos derecho por herencia de nuestros antepasados, así como pasan de generación en generación rasgos físicos, incluso hasta maldiciones, también vienen a nosotros de parte de nuestros antepasados, las promesas de Dios que no se cumplieron en su totalidad en ellos, nos corresponde a nosotros recibirlas, pero todo esto va bajo el marco de la obediencia, es así como demostramos a Dios que somos dignos de recibir estas promesas, de otro modo no tendríamos la capacidad de recibir nada, porque no sería una relación recíproca, no esperemos recibir de parte de Dios nada si no estamos en completa obediencia, no esperemos hacernos acreedores de esas grandes promesas dadas a nuestros antepasados, si como mínimo no nos hacemos obedientes a Dios, Dios no anda buscando personas perfectas, no equivoquemos los conceptos, perfección no es igual a obediencia, sabiendo que al final la obediencia nos va encaminado a que la perfección de Dios vaya creciendo poco a poco en nosotros, pero ser obedientes, es sólo la cuota inicial de los retos que Dios nos irá dejando vivir para que nuestro carácter sea formado y para que las promesas sean cumplidas en nuestras vidas.
Se obediente y despojate del egoísmo, deja en manos de Dios tus proyectos y metas, y a través de la obediencia serán cumplidos.
By Charls Ramz.

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