En nuestra vida al momento de conocer a Cristo se marca un gran antes y después, es algo que Dios sabe hacer muy bien, hasta la historia vivió un gran antes y después, antes de que Jesús pisará este planeta llamado (antes de Cristo, (a.C)) y después que Cristo piso este planeta que es su creación llamado (después de Cristo (d.C)), términos usados en historia para dar notación a la cronología de la historia humana, en los días antes de Cristo, los sucesos y demás acontecimientos, eran basados y enmarcados en la ley, que Dios mismo había dado a los hombre, pero después de esa manifestación de Dios hecho similar a los hombre, se marcaron unos nuevos acontecimientos que dejaron la ley en un segundo plano, ya que el motivo de su venida no fue otro que recuperar lo que el pecado habia hechado a perder, aunque a los suyos vino pero los suyos no le recibieron, más todos los que le recibieron y creen en su nombre, les dio y les da aún la potestad de ser hechos hijos de Dios.
Miremos que dice la palabra en la que Meditamos el día de hoy:
"Ustedes, Antes Que Conocieran La Buena Noticia Acerca De Jesucristo, Hacían Todo Lo Malo Que Querían.
Pero Ahora Deben Obedecer A Dios En Todo, Como Buenos Hijos."
Esto mismo le pasó al planeta entero, no importa tu raza, no importa tu idioma, lo que importa es que reconozcas en tu corazón que Cristo es tu Señor y salvador, así empezaras a vivir bajo un nuevo regimen de gracias y perdón, ya no más condenación, ya no más pecado, se debe de marcar este gran antes y después en tu vida, debemos de mostrar como testimonio que Cristo ha restaurado con nosotros esa relación de padre e hijo que se habia perdido, entonces desde ahora nuestro deber es comportarnos como verdaderos hijos, como personas agradecidas, pues nuestras vidas fueron arrebatadas de la muerte y fuimos traídos de las tinieblas en las que vivíamos a su luz admirable, es tiempo de comportarnos así como dice la palabra, como verdaderos hijos de Dios, amados y rescatados a precio de sangre.
No pisoteemos más la sangre de Cristo derramada por nosotros, cada vez que pecamos y nos comportamos como antes teníamos por costumbre, hacemos de la muerte de Cristo un hecho sin valor, Porque pasamos por alto el gran sufrimiento que vivió Jesús por alejarnos de esa vida de pecado, que de ninguna otra manera hubiera podido ser cambiada.
Vivamos obedientes a Dios, y alejados de aquélla mala manera de vivir, seamos verdaderos hijos de Dios.
By Charls Ramz.
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Un Momento En Tu Presencia
RandomEsta es la manera más fácil que encontré para compartir con cada uno de ustedes ese momento indispensable, que nos acerca al Trono de la Gloria. Un devocional que te trae a lo que Dios quiere hablar. Una palabra diaria que infundirá aliento, que...