Nuestro amado Cristo murió con una razón específica que a medida que vamos avanzando en estos devocionales Dios mismo nos la va revelando a cada uno de nosotros, aquí vemos una más de las razones por las que Dios ideó este maravilloso plan de salvación, hemos hablado de la restauración de la relación que se había roto entre Dios y los hombres, esta motivación que vemos plasmada el día de hoy nos lleva a que nuestra confianza en quienes somos y a que estamos llamados ser, sea fortalecida, ya que nos asegura la posición que tiene Dios frente a sus escogidos y escogidas, miremos más de cerca ésta cita y dispongamos nuestro corazón a ser instruido por el Espíritu Santo;
La cita dice:
"Ahora, Pues, Ninguna Condenación Hay Para Los Que Están En Cristo Jesús, Los Que No Andan Conforme A La Carne, Sino Conforme Al Espíritu."
Cuando llegas a los pies de Cristo, y eres sellado por la promesa del Espíritu Santo, debes de aceptar también con este regalo la convicción de que ya no serás condenado, Pues Cristo pagó con su muerte en la Cruz el precio por los pecados de quienes le seguían, de quienes le siguieron y de nosotros que le seguiríamos ahora en el futuro lejano, ¿a qué me refiero?, no es necesario que Cristo vuelva a morir, Pues él ya lo hizo una vez y por todos los que creen en su Santo nombre, más a los que le recibieron dice la palabra, y a los que creen en su nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, es algo glorioso saber que el pecado ya no tiene más poder sobre aquellos que hemos recibido y aceptado a Jesucristo como señor y salvador, él nos hace libres de condenación.
El enemigo siempre seguirá dando dictámenes equivocados cuando comentas algún error, te hará sentir juzgado, indigno, pecador, como lo peor, pero recuerda esta cita en la que meditamos, no hay condenación para ninguno que este en Cristo, porque así cometa algún error, el espíritu te redarguye y te lleva a arrepentimiento, por tal la condenación sólo aplica para quienes están inmersos en sus delitos y pecados y no han reconocido la justificación que Cristo pagó en la Cruz.
Se consiente del precio tan alto que Dios pagó por tu vida, entiende que él no iba a pagar tan alto precio por tu rescate, sólo para que en el momento que fallaras una vez, tirarte de nuevo a las garras del enemigo, asegúrate de entender que no hay condenación, y siempre que vengas a Dios a pedir perdón el alejará tu pecado de ti tan lejos como esta el oriente del Occidente.
Siéntete justificado y comprado, le perteneces a Dios, por tal deja de hacer cosas que a Dios no le agradan.
Purificate y recibe redención él está esperando todo el tiempo por ti.
By Charls Ramz.
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Un Momento En Tu Presencia
RandomEsta es la manera más fácil que encontré para compartir con cada uno de ustedes ese momento indispensable, que nos acerca al Trono de la Gloria. Un devocional que te trae a lo que Dios quiere hablar. Una palabra diaria que infundirá aliento, que...