Our Little Secret [OC / Joe Jonas / Matt Bomer]

08. Buena chica [HOT]

Erick besa mi cuello lentamente y el calor de su lengua contra mi piel hace que mi sangre arda por mis venas.

Sus manos están en la cama, cada una a un lado de mi cabeza, así no me aplasta con su peso mientras me besa apasionadamente.
Su cuerpo está sobre el mío y de vez en cuando roza su creciente erección contra mi vientre, lo cual me hace perder la cordura.

Dios mío.... Va a pasar, esto realmente me va a pasar. No es un simulacro.

—Eres deliciosa —susurra con su voz un poco más ronca que antes y se separa repentinamente de mi lado para pararse frente a la cama y mirarme serio.

—¿A dónde vas Erick? —pregunto agitada, mirándolo confundida.

—¿Erick? —repite él y levanta una ceja, sonriendo.

Mierda. Olvidé que tengo que llamarlo daddy.

—Daddy —corrijo pestañeando un par de veces como niña buena y él ríe. —No te vayas... pensé que estábamos recién empezando —hago puchero.

¡Aún no me has quitado la ropa interior y ya quieres dejarme! Estoy indignada. Él sonríe como si escuchara mis locos e inmaduros pensamientos.

—No iré a ningún lado, pequeña —sonríe y sus manos se dirigen a sus pantalones. Sin previo aviso, se los quita y solo deja su sensual bóxer negro. Dios... Erick podría ser el mejor modelo de ropa interior en este puto mundo, pero no, es el profesor más sensual del puto universo.

De la nada, él me pide que tome sus manos y me hace sentar en la orilla de la cama. Estoy frente a frente a su gran erección que aún está oculta por su ropa interior.

-Quiero follar tu boca preciosa... -acaricia mi mejilla y yo solo puedo mirarlo hacia arriba en silencio. -Hoy no perderás tu virginidad, no mereces perderla con alguien como yo...

¿QUE? No por favor... yo quiero perderla...

-Hoy no perderás tu virginidad Kendall... pero si perderás tu inocencia -sonríe malicioso y estoy más que muerta. Oh por Dios. -¿Quieres mostrarme que tan bien haces un oral? -dice tierno y yo asiento como si fuera una niña pequeña que tiene que obedecer.

—Si... —digo despacio.

—¿Sí que? —me mira expectante.

-Sí, daddy —sonrío y vuelvo a mirar su impresionante erección aprisionada en su ropa interior.

Sin más que decir, Erick baja un poco su ropa interior y libera lo que podría ser una de las siete maravillas dem mundo. OH POR DIOS. ¡¿Cómo va a caber eso en mi boca?!

Jaja, la frase célebre de los libros al fin se se hace real para mi.

Sonrío para mis adentros y trato de recordar lo que me ha enseñado la literatura erótica. Bueno... no puedo quedar mal ante este majestuoso hombre.

Pongo una de mis manos en el trasero de Erick y con la otra tomo su miembro y con toda confianza, lo coloco lentamente en mi boca.

Primero disfruto el sabor de su glande y luego trato de introducirlo lo más profundo posible.

De reojo veo que Erick echa su cabeza hacia atrás mientras cierra los ojos. Él enreda su mano en mi pelo y trata de hacer una pequeña coleta para así jalarme suavemente contra él.

Cuando ya no puedo introducirlo más, me devuelvo lentamente y saco su polla por completo de mi boca. Vuelvo a repetir la acción, pero ahora con más seguridad y también disfrutando del exquisito sabor de Erick, mi hermoso y perfecto daddy.

Dios santo, no puedo creer que esté haciendo esto, pero al parecer a él le encanta tanto como a mi. Lo escucho gruñir y gemir despacio a medida que meto y saco su miembro de mi boca y lo acaricio con mi lengua.