Our Little Secret [OC / Joe Jonas / Matt Bomer]

29. Enamorados

Narra Erick...

Veo la hora en mi celular y me tenso al ver que ya son las 11:45pm y no he escuchado a Adam llegar a su departamento. Estoy en el mío, incapaz de encontrar un resquicio de paz mientras reviso trabajos de mis alumnos y otros papeleos importantes de la escuela.

No he querido enviarle mensajes a Kendall porque dije que no me molestaba que ella pasara este día con Adam, pero ahora creo que estoy comenzando a arrepentirme de mis propias palabras.

¿Qué estarán haciendo esos dos? ¿Estarán durmiendo luego de una buena noche de sexo? ¿Estarán si quiera en la fiesta en la playa todavía? ¿Cómo estará mi pequeña kitten?

Sé que los tres decidimos estar en esta especie de relación poliamorosa donde compartiremos a Kendall, pero aún así, no puedo evitar sentirme un poco celoso. Es una emoción irracional que odio admitir, incluso a mí mismo.

Cuando termino lo de la escuela, intento distraerme haciendo otras cosas porque el insomnio es más poderoso que yo. Primero, ordeno la sala, alineando los cojines del sofá y limpiando la mesa de centro. Después, paso a la cocina y lavo los platos que se han acumulado. Pero la ansiedad no desaparece; solo se transforma en un nudo cada vez más apretado en mi estómago.

Me recuesto en el sofá y enciendo la televisión, buscando algo que capture mi atención. Cambio de canal una y otra vez, pero nada logra interesarme. Suspiro, apago la tele y miro el reloj. Las horas parecen alargarse eternamente. Ahora ya casi son las dos y treinta de la madrugada. Kendall y Adam probablemente sigan disfrutando de la fiesta, y aquí estoy yo, solo y perdido en mis pensamientos.

Decido que es momento de hacer algo más físico. Me pongo mis zapatillas y empiezo a limpiar el piso del apartamento. El sonido del trapeador moviéndose de un lado a otro es algo reconfortante, pero la preocupación sigue presente. ¿Qué estarán haciendo ahora? ¿Están bien? ¿Se acordará Kendall de mí en medio de todo?

No puedo dejar de pensar en Adam, el ser más irresponsable y alocado que conozco. Muchas veces he tenido que actuar como su papá, tratando de controlar un poco su comportamiento. Esta noche, esa preocupación se mezcla con mis celos, creando una tormenta interna que no puedo calmar al parecer con nada

Finalmente, la ansiedad me supera. No puedo seguir ignorando el hecho de que me siento excluido. Tomo mi teléfono y miro la pantalla, dudando por un momento. No quiero parecer necesitado ni celoso, pero la curiosidad y la necesidad de saber son más fuertes. Marco el número de Adam y espero, el corazón latiéndome en la garganta.

Después de unos segundos, Adam contesta.

—Adam Jonas al habla, ¿En que puedo ayudarle? —su voz suena como la de un ejecutivo en ventas y me hace rodar los ojos de inmediato.

—Adam...

—Erick... —imita mi tono de voz, cabreado. Luego ríe despreocupado. —Hey hermano, todo bien? —pregunta animado, como siempre.

—Todo bien —digo, intentando sonar casual—. Solo quería saber cómo va la fiesta.

—Estuvo bien, bastante animada —responde. Puedo escuchar el sonido de un motor y música suave de fondo. Al parecer es el sonido del interior de su auto—. Kendall está aquí conmigo. El concierto salió perfecto y fue una gran fiesta. Ya vamos viajando a casa.

—Que bueno, —digo, tratando de ocultar mi alivio—. Solo quería asegurarme de que todo estaba bien.

—Sí, todo está genial. Kendall y yo disfrutamos bastante de la noche —dice sugerente, y ya puedo imaginar su sonrisa boba. —Amm... ¿Necesitas algo más?