56. Adiós Erick

4.4K 316 46
                                    

Lloro desconsoladamente dentro del elevador. Ni siquiera puedo mantenerme de pie. El dolor en mi vientre y mi pecho se sienten cada vez más intensos, tanto que creo perder la fuerza en mis piernas por momentos.

Sé que las personas no mueren de amor, pero en serio creo agonizar ahora. Sé que puedo sonar intensa, pero probablemente me enamoré sin control y sin medidas, y la idea de separarme de Erick y de Adam ahora es lo más horrible que me ha pasado en mis cortos 19 años. Nada, nada se compara a esto que siento, esta angustia en medio de mi pecho, la presión en mi corazón... el vacío, el dolor es emocional, pero quema como si fuera físico.

Tapo mi boca con una mano y con la otra me afirmo fuerte del pasamanos dentro del ascensor.

Mi llanto es inconsolable, las lágrimas me queman la piel y me ahogan, pero aquí me siento libre de llorar en voz alta y dejar que todo salga. Aquí nadie puede juzgarme.

Acabo de renunciar a querer a Adam, a no verlo más, a no sentir sus besos ni sus caricias, no solo por un par de semanas o meses, si no que para siempre. Acabo de rendirme ante el estúpido juego de Blanda. Acabo de perder una tonta batalla por mantener este pequeño secreto, y además la preocupación del supuesto embarazo que ahora llevaré a cuestas sola.

Levanto mi borrosa vista al tablero del elevador y éste me anuncia que ya estoy en el primer piso.
Limpio mi rostro rápidamente y tomo una larga bocanada de aire. Tengo que volver a casa.

Las puertas se abren y mi corazón se vuelve a presionar cuando me encuentro cara a cara con Erick.

Demonios.

—¿Kendall? —me mira asustado y su ceño se frunce inmediatamente al verme llorar. En cosa de segundos, tengo a Erick a mi lado, tomando mi rostro entre sus manos mientras me analiza, alterado. —Dime qué pasó... necesito saber qué pasó y cómo puedo ayudarte...

Definitivamente la vida apesta. Este es mi maldito karma si es que existe. Jamás debí jugar a amar a dos personas. Jamás debí dejarme llevar por mis alocadas hormonas.

—Erick, —susurro en medio de un sollozo y dejo que las lágrimas sigan saliendo sin detenerse.

Claro, como si pudiera frenar mi dolor y parar de llorar.

—Nena, tranquila... dime como puedo ayudarte —tira su bolso al piso y me abraza fuerte. Cierro los ojos al sentir sus manos rodeando mi cintura.

Me odiaré por esto. Sé que lo lamentaré.

—No, no puedes ayudarme —pongo mis manos en su pecho y lo alejo de mi. Él me mira más confundido que antes.

Siento como si estuvieran clavando un maldito cuchillo en mi ya adolorido corazón, pero tengo que hacer esto. Ya lo hice con Adam.

—Kendall, ¿que ha pasado? —junta sus cejas y me mira angustiado. —¿Peleaste con Adam? ¿Él hizo algo?

—No —niego con la cabeza y agacho la mirada. —Yo lo hice. Se acabó, no puedo seguir con esto —vuelvo a negar.

—¿Qué? —él toma mi mentón y me obliga a mirarlo —Dime de que estás hablando porque juro que no estoy entendiendo nada —sus ojos celestes muestran el mismo dolor que yo debo estar reflejando con mi mirada.

Muevo mi cabeza inclinándola un poco hacia atrás y me suelto de su suave agarre. Doy unos pasos detrás de él, hacia la entrada del edificio, e intento mantener mi distancia. No puedo hacer esto estando cerca de daddy. No puedo...

—Yo mentí —intento que mi voz suene lo más fría y real posible. Erick se tensa por completo y vuelve a fruncir el ceño.

—¿Sobre que? —susurra y da unos pasos hacia mi.

Our Little Secret [OC / Joe Jonas / Matt Bomer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora