Our Little Secret [OC / Joe Jonas / Matt Bomer]

47. Futuro incierto.

-¿Papá? Ya llegué...

Erick y yo damos un salto de nuestras sillas y nos miramos aterrados.

Anabelle nos mira desde la entrada del departamento, ella me mira sobretodo a mi con el ceño fruncido. Está congelada y nosotros también. Mierda... mierda, mierda.

Casi en milésimas de segundo reviso mi cuerpo. Agradezco al cielo estar vestida con mi ropa y no desnuda como lo estaba hace un rato. Le dije a Erick que sería una pésima idea tomar desayuno sin ropa. Ahora debe estar igual de agradecido que yo.

—Hola Kendall —dice Anabelle saliendo del transe. —¿Qué... qué haces aquí tan temprano? —me mira confundida.

—Yo... —miro a Erick y él está peor que yo. Casi ni respira. —Yo vine a buscar a Winston —sonrío. —Adam me pidió que lo cuidara por un tiempo para alivianarle la tarea a tu papá —levanto los hombros.

—Si... y yo la invité a tomar desayuno, Kendall no quería, pero yo insistí —Erick al fin me apoya. Dios... esto podría funcionar.

—Ahh —dice ella un poco más convencida que antes. —¿Y... como está Adam? ¿Se fue antes de ayer o no? —se relaja un poco más y camina hasta donde estamos nosotros tomando nuestros cafés.

Odio que pregunte por él. ¿Todavía no entiende que es MI novio?

—Si, él se fue antes de ayer a Arizona. Supongo que hoy ya están viajando a alguna otra parte... así son los tours —bebo un poco de café.

—¿Puedes mandarles mis saludos? No pude acompañarlos al aeropuerto ese día y no quiero él que se moleste conmigo o me crea una ingrata —sonríe y siento ganas de rodar los ojos. Maldita sea.

Tengo que calmar mi instinto asesino ahora.

—¿Y por qué llegaste tan temprano? —dice Erick tratando de cambiar drásticamente el tema. Anabelle se acerca a él y lo abraza.

—¿Te molesta que haya llegado antes, papá? —hace puchero.

—No... solo que pensé llegarías después de clases o algo así. ¿No piensas ir a la escuela hoy?

—No tengo ganas —refugia su cabeza en el cuello de Erick y él sonríe como un padre orgulloso. Ok, me encanta verlo así de tierno con su hija.

—Esta bien... puedes quedarte —dice cabreado pero riendo a la vez. —Eso si, ni una sola palabra de esto a tu mamá. Me matará si sabe que te dejo faltar a la escuela.

Anabelle ríe feliz y le da un beso en la cara.

-¡Gracias papi!

Mierda.

Algo dentro de mi se siente raro.

No puedo evitar sentirme incómoda con Anabelle llamando a Erick así.
Sé que Erick nota mi incomodidad porque también se tensa un poco.

—Estaré en mi habitación —dice Anabelle y se despide de nosotros. —Adiós Kendall, nos vemos —me mira de mala gana y ni siquiera se esfuerza por disimularlo.

—Nos vemos —respondo suave y ella se va ignorándome por completo.

—¿Estás bien? —me pregunta Erick cuando al fin estamos solos.

—Amm... he tenido mejores desayunos —sonrío nerviosa. —Creo que es hora de irme... con Winston —miro al adorable perro que juega con una pelota en la sala.

—¿Quieres que te vaya a dejar? Winston es un tanto complicado de llevar —hace una mueca divertida.

—Te lo agradecería —digo asintiendo. —Hanna amará saber que tenemos mascota nueva —río.