Rebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡¿Qué es lo que pasa contigo, Nicole?! ¡¿Quieres meternos en problemas?! –le gritaba Mike a la morena, que por cierto ahora tenía nombre.
Nicole.
- ¡Ella fue la que me molesto! –acuso ella, la mire indignada y trate de acercarme a golpearla pero Mike retrocedió con ella.
- ¡Mentirosa! –me defendí.- ella fue la que vino a molestarme.
- Como sea que haya sido, no tienen que pelear, si quieren hacerlo para eso tienen el ring, señoritas.
Sonríe de lado y ella me miraba con mucho odio. Una pequeña vena se le asomaba en el sien y si fuera esto una caricatura, estaría bufando como bufalo por la nariz, entiendan la referencia.
- Si tienes razón...
Mike ya había soltado a la morena así que aproveche eso y me le lance encima para empezarle a dar puños y golpear su cabeza contra el suelo pero ella en una movida rápida con sus largas piernas me atrapo por el cuello haciéndome tijeretas quitándome así encima de ella, me estaba apretando mucho el cuello, estaba ya por ver el túnel, literal.
- ¡Basta! –Mike me agarro por la cintura y me llevo lejos de ella, todas las personas nos miraban, comenzaban a susurrar y me señalaban.
El mundo comenzó a dar vueltas y vueltas, hasta que caí rendida al suelo, gatee un por poco por este hasta que me desmalle.
Dia 18.
Abrí los ojos de repente y estaba en mi habitación, la cabeza me dolía un poco y sin mencionar que el estomago me rugía como león, no había podido comer nada pero de tan solo pensar el olor a comida llegaba a mis fosas nasales... un momento, si huele a comida y de verdad.
Me levante de golpe y salí en busca de la comida. En una esquina había una mesa que tenía comida, una sopa de cordero y arroz con una porción de este, me lleve todo a la cama y comencé a devorarme todo como si no hubiera un final.
- Deberías comer despacio, no querrás atragantarte -la voz de Mike me hizo bajar la mano y quedarme seria.- No me mires así, Becks, sabes que todo esto es por tu bien...
- ¿Por mi bien? Me han tenido aquí como por semanas y crees que es por mi bien ponerme a aguantar hambre, no pues gracias por sus consideraciones -respondí con sarcasmo.- mejor respóndeme algo, ¿Cuándo me dejaran libre?
- No lo sé...
- Si, como sea, nunca lo sabes...
Seguí comiendo en silencio, evitando mirarlo. Él después de ignorarlo por mucho tiempo se fue azotando la puerta de la habitación tras él.
Al terminar mi comida, que estaba jugosa, deje los platos en el suelo y me acosté a dormir.
Pero mi sueño fue interrumpido por muchas personas con tapabocas y batas. Me sacaron de mi habitación en una camilla me colocaron algo en nariz y perdí la consciencia.
