Rebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...
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Torre Avengers, New York Manhattan. EE.UU.
Becky.
Abro los ojos y lo primero que veo son paredes grises ¿Dónde estoy? Mi cabeza comienza a dar vueltas y me toca parpadear varias veces para que no me vaya a marear.
Miro a mí alrededor y no hay nadie, ya me comienzo a asustar pero cuando trato de salir corriendo por la puerta, unos cables conectados a mi cuerpo comienzan a sonar, los quito a las malas y hacen más ruido. Corro hacia la puerta y cuando trato de abrirla, tiene seguro. El golpeo con las pocas fuerzas que tengo, cuando de repente las paredes ya no son grises sino que son el cristal que siempre han utilizado como prisión, una especial para mí.
Ruedo los ojos y bufo, que paranoicos. Ni que me fuera a volver loca de nuevo, además el único daño que les podría hacer seria emocional. Todo el grupito de vengadores vienen a mí y enserio son todos, hasta María con Parches están aquí.
Creo que debí ver hecho algo muy malo para hacerlos venir... ¡A todos!
- ¿Qué hay...? –pregunto lo más de normal.- Parches, ¿bajaste de peso? Claro que lo hiciste, te miras más livianito –me mira alzando una ceja, creo que no está para chistes.- okey no fue la mejor intervención pero es que ustedes vienen a mí como si hoy fuera el día de mirar con desaprobación a Becky Lynch.
- Te parece pocos la muerte de las personas en Centroamérica –dijo Nat.
- No tenía razón ni conciencia –me defiendo.
- La muerte de la esposa de un socio de Atlas –le sigue Barton.
- En primera, ellos me quitaron algo mucho peor y no le veo la diferencia, uno menos –me vuelvo a defender.
- El explosivo en medio centro de Manhattan -dijo Tony.
Lo miro mal y alzo los brazos.- No lo puse, no lo Active y no fue mi culpa que Happy me estrellara a mi precisamente. Apuesto a ustedes no sabían que estaba aquí...
María me interrumpe.- No, el programa que desarrollaste aun te hace invisible para el resto del mundo, el pentágono e incluso para los chinos con su última tecnología. Así que a donde quiera que vayas nunca se notara.
- Eso lo tomare como un alago... –dije. Me cruce de brazos y camine por toda la "prisión", hay algo que no me cuadra, falta algo o alguien.
- ¿Dónde está Nyah? –pregunte tomándolos por sorpresa. Steve levanta la mirada por fin y me mira confundido.
- ¿Que tiene que ver ella en esto? –pregunta desconcertado.
- Ella, Capitán Rogers es una Phonum y si mas no recuerdo son una invención de Atlas –respondí pero mi respuesta ni siquiera logro inmutarlos
- Ella huyo, después de que volvieras y luego de que entrara en un estado de ira, huyo –responde por fin alguien razonable, María Hill.
No sé ni que responder. Por eso debe ser la mirada tan perdida de Steve, tan desoladora tal vez Nyah si había logrado lo que quería y lo había enamorado como ella había dicho y ahora el sentimiento de angustia y el vacío que deba sentir el pobre debe ser terrible, no lo culpo, si tuviera a alguien que me fuera hecho eso, ya estaría muerto.
