Rebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...
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Después de hablar sobre otras cosas con Bruce nos reunimos con los demás y empezamos a trazar un plan, junto con Mike quien nos habla sobre lo que ha hecho Gita y Nyah con Atlas.
- Esta mujer traiciono a Irons y a todo el consejo, tomo posesión del ejercito y destruyo todas las bases, los ataques terroristas que había enviado a varias partes del mundo se trataba de un plan para capturar al Capitán Rogers.
Steve, no dejo de pensar en él. Me duele que este siendo él ahora el que este secuestrado, no puedo imaginarme que más cosas le deben estar haciéndole pasar ese par de arpías. Es su movimiento, es el señuelo para atraerme, saben que haría hasta lo imposible por mantener a Steve a salvo, hasta ir a la misma boca del lobo.
Steve me mostro muchas cosas buenas, él es tan bueno y solidario que no termino de entender como una persona como él pudo llegar a sentir cosas mi, que a simple vista no muestro buena cara. Me hizo sentir cosas nuevas, me enseño a amar sin condiciones y de eso siempre le voy a estar agradecida.
- ¿Qué hacemos entonces? –pregunto Clint.
- Atacar, defendernos y salvar a Steve, nadie más puede salir herido de esto, ni ninguno de nosotros ni un civil –respondí con seguridad.- haremos hasta lo imposible de salir con vida, todos.
- ¿Conocemos la parte débil de Gita? –pregunto Nat.
- Su deseo por poder hara que al verme ante ella este dichosa, se sienta victoriosa y en ese momento aprovecharemos para atacar a Nyah –respondi.
- ¿Por qué a ella? ¿Y porque no directamente a Gita? –cuestiono Stark.
- Una madre es capaz de hacer hasta lo imposible por una hija, Nat, tu te encargaras de ella.
Ella asintió.
- De Gita yo me encargo, en el momento en que Steve a salvo, me encargare de ella.
- ¿Cómo hacemos con él? –pregunto Thor.
- Primero tenemos que mirar donde lo tienen, en cuanto lo sepamos, Clint y Stark se encargaran de él.
Todos asintieron comprendiendo el plan, mire a todos y sus rostros de seriedad y luego me fije en Bruce, no tenia buena cara y sabia porque. Empezamos a retirarnos para alistarnos y Stark me llamo al hangar donde guardaba sus trajes y centinelas.
- Este lo estaba reservando para otra ocasión pero viendo la situación... -Stark oprimió un botón del gran tablero y de entre todas las armaduras que Stark tenía en su depósito, un traje femenino de color verde con morado se mostro ante nosotros.
- Te esmeraste, diva –lo elogie cruzándome de brazos.
- Si, suelo hacer bien mi trabajo –respondió encogiéndose en hombros.
Lo mire divertida y él también lo hizo, un sentimiento de nostalgia me invadió y descruce los brazos para oprimir el botón que me daría el traje.
- No sé si lo recuerdes pero debemos salvar a Steve –anuncie.
El traje quedo a mi disposición y me lo puse, este se seño a mi cuerpo y cuando ya estaba completo, de la parte superior del casco una visera me dejo bajo un traje de alta tecnología para mi sola.
Me dirige a la armería y Nat se sorprendió por mi traje.
- Que trasero, Lynch –murmuro divertida.
- No es tan grande como el tuyo pero algo es algo –murmure.
Después de una pequeña conversación con ella, el sentimiento de nostalgia volvió a invadirme, me sentí mal pero tuve que disimularlo.
- ¿Estamos listos? –pregunte caminando por el helipuerto, Stark iba a mi lado mientras las partes de su traje se iban acoplando a su cuerpo.
- Listos –afirmo Nat subiendo al Quinjet.
...
El lugar donde se había establecido Gita era un antiguo lugar de ritual nórdico, que ingeniosa. Estaba bajo tierra aunque era una montaña y para acceder teníamos que atravesar varios obstáculos, por un momento me sentí como Indiana Jones. Me gustaban sus películas pero no tenia su ingenio.
El Quinjet aterrizo cerca del lugar y nos dispusimos a bajar, Bruce como siempre, esperaría para un código verde antes de salir me abrazo fuerte y beso mi mejilla.
- Esto no es una despedida –murmuro.
- Nos volveremos a ver, Bruce –afirme.
Un último abrazo y salí del Quinjet donde los demás esperaban. Ya todos juntos, caminamos hasta estar cerca del lugar del ritual pero nuestro camino se vio interrumpido por la guardia de Gita.
Eran varios hombres que nos apuntaban con sus armas, nos pusimos en posición de pelea y nos miramos atentos, asentimos dando comienzo a una pelea a muerte con los soldados de atlas.
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