- ¿Qué pasara con ella Fury? Seremos sus nuevos profesores. Le enseñaremos a definir entre el bien y el mal, por lo visto será una tarea difícil, es la hija de Loki.
Me levanto de golpe y siento ojos curiosos me observan detenidamente pero antes de que digan algo o lo hagan, miro a mi alrededor para tratar de averiguar donde esta Fueguito pero fallo en el intento. Ellos atónitos por como reaccione miran a Stark, que es el que está más cerca con una jeringa en las manos.
- No creo que sea buena idea que vayas a hacer eso –amenazo señalando esa cosa y él deja caer la mano a su costado.
- No me das miedo –espeto. Se fue dirigiéndose a Fury.- Por cierto, tiene bonitos ojos.
Dicho eso se da vuelta, palmotea el hombro de Bruce que es el que está al lado de la puerta cruzado de brazos y sale. Dejo salir un bufido y me siento mejor en la camilla de metal en donde me tienen.
- ¿Qué fue lo que me paso? –pregunte sobándome la cabeza.
Y hay vuelven de nuevo las imágenes con la fuerte migraña. Cierro los ojos y deja salir de nuevo un bufido.
- Sí, bueno, ignórenme tranquilos –espeto.
Me bajo de la camilla y al hacerlo mis fuerzas no estaban del todo pendientes y caigo al suelo de rodillas.
Bueno en teoría sé que estoy en la Torre Stark, lo sé por la iluminación y porque las paredes son grandes vidrios, también porque todos los vengadores están aquí, aunque no veo a mi queridísimo tío Thor pero, el lado bueno es que no estoy en las instalaciones de Atlas, no de nuevo.
- ¿Qué es lo que le pasa? –pregunta Bruce bajito para que no lo escuche pero aun así, lo escucho.
- Lo que pasa, mi querido Hulk, es que tengo un inexplicable apego a quedarme inconsciente todo el tiempo –respondí sarcástica.
Ellos se miran unos a otros y el Capitán es el único que se acerca ayudarme.
- ¿Cómo te sientes? –pregunta él. Me ayuda a sentarme en una silla que esta contra la pared y todos me observan esperando la respuesta.
- Algo mal, me duelen las articulaciones –respondí y solté un quejido.
Excelente, victoriosa y llena de sed por poder. Quiero tener el mundo a mi merced y a ti como mi juguete personal.
Gruño en mis adentros por las palabras de la maldita bestia que habita en mi interior y me levanto de golpe de la silla, para empezar a caminar a la deriva lejos de ellos. Paso por el pasillo golpeando de lado a lado con las paredes y finalmente salgo al living donde esta Thor en un enorme sillón en compañía de Tony.
Thor me mira sorprendido y se levanta de su asiento para correr en mi ayuda, me atrapa entre sus brazos y hace que pase uno de mis delgados brazos sobre sus hombros y me ayuda a caminar.
- Mi mochila –susurre apenas audible. Él me deja en el sillón donde antes estaba y me recuesta.
Creo que se me había olvidado mencionar que estoy en una ligera bata.
Él revolotea por todos lados en busca de mi mochila y le grita a Tony que lo ayude a buscarla. Tony por unos segundos me observa y noto esa cierta curiosidad que tiene siempre cuando quiere saber algo pero a regañadientes se levanta y ayuda a Thor.
- ¡La encontré! –grito entusiasmado Thor y me entrega la mochila.
Abrí el bolsillo pequeño donde están los sueros y saco uno, junto a una jeringa. Saco un elástico y lo amarro alrededor de mi antebrazo izquierdo.
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Volveré y estarás dichosa de que lo haga.
Meto la aguja en la vena y dejo entrar el líquido a mi cuerpo. Escucho las palpitaciones de mi corazón desacelerarse, dejo de escuchar su maldita voz y siento como se relajan mis músculos, la migraña en mi cabeza se va como por arte de magia.
- Ahora, ya que estás más o menos bien... –empieza a hablar Tony, pero lo interrumpo.
- Habla, sé que tienes muchas preguntas –murmure fatigada.
- ¿De dónde vienes? –lo miro incrédula y él se encoge en hombros.
- Imbécil, soy de la tierra, no soy ningún extraterrestre. Además creo que esa no es tu pregunta, sino que es porque te hice recordar a alguien que conociste en tu juventud, esa es tu pregunta –él abre los ojos de par en par y mira hacia otros lados.
- Creo que deberíamos dejar las preguntas para otro momento –dijo moviendo la mano en forma de desdén y se retira del living.
Si quieren escuchar la hermosa historia de porque Atlas va detrás de mío, quédense después de estos comerciales....
Bueno, okey no, la historia remonta cuando apenas tenía 16 años. Ya sabía todo esto de que tenía poderes extraordinarios, sabía que mi padre era un loco, maniático que quería un mundo para gobernar, en fin, yo si apenas había logrado llegar al Tíbet cerca de Kamar-taj. Si, estuve un tiempo en un monasterio de Ancestral, no porque me fueran dejados allí abandonada, sino como lo dije yo misma llegue con mis propios recursos; allí ella me enseño a controlar mi bestia interior y algunos trucos de la telekinsis y demás cosas magicas.
Los monjes me acogieron muy bien, de hecho ellos saben más de mí, que yo misma. Apenas tenía 16 años cumplidos, cuando aviones empezaron a disparar a diestra y siniestra, yo estaba en el campo cuando eso paso, hubieron muchas muertes, incluso murió una persona que era muy importante para mí, esa persona era como lo único que tenía en ese tiempo.
Ellos me raptaron y me llevaron a laboratorios, donde me hicieron mucho daño, me hicieron heridas que aún no han sanado, me destruyeron prácticamente. Me convirtieron en esa bestia que no quiero que resurja, salvaje, violenta y sádica. Experimentaron conmigo y allí fue donde me convirtieron en una máquina de guerra. Ahí fue donde aprendí a disparar armas, de todo, tuve un entrenamiento militar muy extenso, incluso puedo decir que soy una mercenaria, pero sería mentira.
En ese lugar, vi cosas inimaginables, me enfrente a duras pruebas solo a cambio de que no mataran a lo que me quedaba de familia en el Tíbet, ese fue uno de los sacrificios más grandes que he hecho y hasta el día de hoy me ha servido de algo, a combatir contra ellos mismos.
En mi estadía en Atlas, vi otras cosas, se dé que están detrás y saben que yo sé dónde está.
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Green Demon: REPUTATION Ϟ STEVE ROGERS/CAPITAN AMERICA.
Fiksi PenggemarRebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...