Rebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...
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Al abrir los ojos pude reconocer donde estaba. Me encontraba en la habitación donde Tony junto con Bruce una vez me hicieron pruebas con rayos gamma, al mirar a mi alrededor pude reconocer a Natasha cruzada de brazo. Se movió alrededor de la habitación y después desapareció.
Me retuerzo al sentir una punzada en mi estómago y miro el vendaje allí, bueno por lo menos no me habían dejado desangrarme.
Un recuerdo rápido pasa por mi mente y me palpo el cuello en búsqueda de la gema, suspiro al encontrarla allí.
Me levanto del suelo pero las cadenas en mis tobillos no me dejan llegar muy lejos, muevo los dedos y las cadenas se rompen en dos, dejándome libre. Me acerco al vidrio que me suprime del exterior y lo toco con un dedo, al solo toque un resplandor verde pasa por todo el vidrio, por lo menos esta celda era más presentable que la de Atlas.
El sonido de unos tacones aproximándose me hace girarme sobre mis talones y encontrarme con Nyah. Me observa sonriente y tiene algo en sus manos.
- ¿Sabes? pensé que serias más inteligente y te esconderías hasta que la marea bajara pero no, aquí estás haciendo un show en medio Manhattan, explotando una bomba provocando que muchos salieran heridos –la miro extrañada por lo que dice.
Porque no sé porque ella es la que me dice eso, me cruzó de brazos parándome delante de ella y sorprendentemente ella es algo más alta que yo así que tengo que levantar la mirada.
- No sé porque volviste, con tu carta tan patética y cursi todos dieron por hecho que no harías nada más y aquí estas... –alza los brazos.- Steve ya te estaba olvidando, sabes lo estaba enserio logrando pero tenías que volver con tu cara de mosquita muerta a arruinarme todo el plan, enserio ya lo tenía ¡Estaba logrando que Steve se enamorara de mi...! Pero no dejaba de repetir tu nombre a cada rato...
- Al Capitán Rogers no le intereso, somos de mundos diferentes... -murmuro entre dientes.
Quiero golpearla hasta que solo lo haga con mis huesos.
- Eso también dije yo... –responde con odio.- hasta que una noche se despertó gritando tu nombre, entonces hay supe que él ya tenía dueña...
La interrumpo.- Nadie es dueño de nadie.
Ella me interrumpe ahora chasqueando la lengua.- Eso no cierto... ¡Él solo te quiere a ti, maldita perra!
La forma en la que grito eso me hace caer en cuenta, ella es hija de Gita.
- Eres igual a tu madre... –murmuro.
- También hay otra cosa Hija de Loki, voy a destruir todo esto, desde adentro, también te voy a destruir a ti, dañándolo a él, llenándolo de odio... Un odio hacia ti.
Bajo la mirada y me alejo del vidrio.- No lo podrás hacer...
- Lo lograre. Esa gema en tu cuello te convertirá en la persona que siempre debiste ser, la Hija de Loki, una destructora, persona llena de odio hacia los humanos hasta llegar al límite de destruirlos –niego repetidas veces la cabeza.- acabara contigo, llenándote de odio...quitándote tu humanidad –sus palabras estaba cavando muy dentro de mi.- hasta el punto de que no puedas más y mueras, mueras tratando de proteger a los que no les importas... ¿Porque crees que no te han venido a visitar? Te tienen miedo, destructora.
Caigo al suelo de rodillas y me agarro la cabeza cerrando los ojos, no es cierto, eso no es cierto. Ella miente, miente. Sus palabras cavan en lo más profundo de mí ser, desgarrándome y destruyéndome.
Abro los ojos y mis lindas auroras verdes no son las mismas sino que son de color rojo, me levanto furiosa por lo que acaba de hacer, la miro con tanto odio que si las miradas mataran ella ya estaría a mil metros bajo tierra.
- Si me llegan a preguntar que paso contigo... Yo solo diré que trataste de matarme, me van a creer, saben que no soy capaz de romper un plato –la miro con odio cuando se encoje en hombros haciéndose la inocente.- Trataran de cazarte y por ultimo... Deshacerse de ti.
Suelto un grito estruendoso y las auroras rojas hacen estallar el vidrio. Ella cae al suelo y presiona un botón.
Las alarmas comienzan a sonar y rápidamente Barton aparece apuntándome con su arco.
- No me hagas hacer esto...
Muevo la mano y él impacta contra una pared. Algo se me monta por detrás y comienza a tratar de ahorcarme, sé que es Nyah así que la agarro de un brazo haciéndola pasar por encima de mí. Queda en el piso removiéndose del dolor.
De un solo movimiento de dedos, ella se levanta del suelo como levitando en el aire y hago precisión en su cuello desde lejos.
- ¡Hagas lo que hagas, no lo lograras!
Y desaparezco sin dejar rastro.
Aparezco en el cauce de un rio, el sol esta calmado al igual que el agua. Mis botas se mojaron por lo que aparecí en una orilla, comienzo a caminar y me escondo un medio de unos arbustos.
Ella era la detonante para todo esto.
Maldita Nyah.
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