Rebeka Lynch, era un fantasma para el resto de la galaxia, se empeñaba por hacer que eso siempre fuera así o eso era lo que creía porque iba de aquí allá causando problemas haciéndose notar. Tenía encima una profecía ya que su nombre había sido escr...
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Miro por última vez el reloj en mi muñeca y salgo, me abro paso entre las bolsas de basura junto a la salida y me encamino directo al centro, donde el secretario de relaciones públicas de Atlas estará hoy en una rueda de prensa muy importante.
Al llegar, me cambio de ropa en una estación de servicio y maquillo un poco, saco mi carnet que me haría pasar por periodista y salgo para entrar a la rueda de prensa.
Habían muchos periodistas y cámaras, me siento cerca del escenario y me quedo allí quieta, no podrían reconocerme llevo una peluca que ni en un millón de años me reconocerían.
Después de un aburrido discurso y preguntas también aburridas me arme de valor y me levante para preguntar.
- Señor secretario, ¿Qué opina usted sobre los súper humanos? Pues tengo entendido que su compañía trata con humanos y les hacen mejoras.
Se empiezan a formar los murmuras y el secretario pide silencio.- Si pues, está muy mal informada, ¿señorita...?
- Morgan, Morgan Newton.
Respondí mirándolo fijamente con una sonrisa malvada, su rostro palideció como tres tonos y comienzo a darle un ataque.
Cae al suelo y como una ''buena ciudadana'' me acerco a él pero con doble intención, saco una jeringa que posee el antídoto secreto y se lo aplico en todo un brazo, los guardias tratan de alejar a las personas. Salgo del lugar y cuando voy en una esquina, las camionetas de Atlas me cierran el paso, alzo las manos haciéndome la inocente pero rápidamente muevo los dedos y sus camionetas se comprimen como si las fuera aplastado algo y los pocos que habían salido se asustan.
- Ups.
Me esposan y me suben a una nueva camioneta, apenas abren la puerta me echo para atrás al ver al propio demonio ante mí, Irons. Bueno había logrado lo que quería, llamar la atención de Irons.
- ¿Dónde está? –pregunta.
- Donde está, ¿Quién? –respondo haciéndome la desentendida.
- No te hagas, Rebeka. Sabes muy bien de que estoy hablando...
- No, no tengo ni idea, tal vez debas refrescarme el cerebro.
Irons me agarra por detrás del cuello apretando muy fuerte.- Conmigo no juegues ni te hagas la graciosita, ¿Dónde está?
- No lo sé.
Y pierdo el conocimiento, después de que me aplicaran algo.
Steve.
Torre Avengers, New York, Manhattan.
- ¿Están todos listos? –Pregunto, colocando el escudo en mi espalda.- entramos que atacarlos y sacarla de allí lo antes posible, no tenemos que demorarnos, puede ser peligroso pero tenemos que traerla de vuelta.
