Después de la horrible experiencia en casa de Julia, estar donde mis padres no era tan malo. No deseaba regresar nunca más allá. Sólo quería olvidar todo aquello, aunque me seguía doliendo y resintiendo el no haber tenido navidad, y no poder disfrutar siquiera de las malditas vacaciones de verano como alguien normal.
Ya había empezado febrero cuando estuve de regreso en casa, y obviamente, no había podido escribir ni una sola carta para Sally; pero tampoco quería contar nada de ese momento de mi vida. Era mejor que nadie se enterara de ningún detalle. Además, que no tenía ganas de escribir, me sentía demasiado triste y nervioso para ello, y cualquier cosa que quisiera decir iba a evidenciar que no estaba bien, y cuando ella lo leyera, iba a insistir, nuevamente, en que denunciara a mi padre y tratara de que pudiera vivir con mi tía. Pero en ese tiempo, a pesar de todo yo no quería separarme de mi mamá y de mis hermanos, y por otro lado era incapaz de denunciar a mi padre: primero, porque pensaba que yo era el culpable de todo, segundo porque creía que mi mamá y mis hermanos me odiarían el resto de la vida si lo hacía; tercero, porque si le pasaba algo a papá, mi madre y los niños quedarían sin protección y sin quien los alimentara; cuarto porque aún tenía la idea de que yo era parte de ellos como familia y por tanto debía lealtad, aunque a veces, me costara, especialmente cuando sentía mucha rabia y tristeza; y quinto, porque tenía mucha vergüenza de mí mismo y él me intimidaba lo suficiente como para no intentar algo así.
Anaya, mi madre, me llevó un par de veces a la playa esa semana, para intentar mejorar mi animo, fuimos los cuatro, a escondidas de papá, y le insistía a Enrique y a Daniel que no comentaran nada al regresar a casa, para que mi padre no sospechara, pero creo que igual se enteró, porque oí algo; ellos parecían tener una conversación media extraña, y mi mamá le decía "No volveré a hacerlo, no estoy rompiendo el trato; pero deja que se divierta un poco..."
Recién a mediados de mes me puse a escribir una carta para Sally, y creo que hacerlo me ayudó más que ninguna otra cosa para volver a sentirme bien.
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Adolecer
General Fiction(Romance juvenil hetero) A Gaspar se le ha enseñado desde niño a acatar la voluntad de su padre, pero la llegada a la adolescencia ha abierto las puertas a la confrontación. En búsqueda de libertad y aceptación por sus pares cae aún más en la red de...