Nuevo “novio”
Al entrar a clases, tenía la extraña sensación de no estar consciente, como si yo misma me mirara en tercera persona, desde arriba. Mi mente vagaba en distintas direcciones, tan confusas y profundas, que parecía que las horas que pasaban fueran casi un instante. Las clases me parecían que pasaban demasiado rápido de lo que deberían de ser.
Tanto que solo escuchaba los murmullos indistinguibles y ecos de las voces pertenecientes al alumnado y el profesor. No entendía muy bien, ¿por qué me pasaba esto?
Pero tenía tres opciones de las posibles respuestas:
a) Estaba tan aburrida y distraída, que mi subconsciente hizo caso omiso del tiempo transcurrido, mi mente no tenía algo bueno que pensar y se disponía a apagarse por unos momentos.
b) Se debía al fuerte golpe en mi cabeza que había recibido el martes en el accidente, tal vez algo dentro mí se había dañado y eso ocasionaba que me “desmayara” por segundo o minutos, era algo así, como si estuviera soñando despierta.
c) Eran los constantes pensamientos hacia Kale, mi vida, mi futuro y mis preocupaciones, que hacían que mi cabeza estuviera demasiado sobresaturada de información que mi mente como mecanismo de defensa bloqueaba los demás sonidos o acciones del exterior para permitirme tomar mejores respuestas, ante mi nuevo inquilino que me robaba toda mi atención… llamado Kale Robinsson.
No quería elegir una opción, porque no sabía cuál era la correcta, podría haber sido cualquiera.
Pero algo tampoco me quedaba claro, ¿por qué había pensado esas tres opciones? No sabía, pero tenía otras tres respuestas para ello. Antes de poder pensarlas, en un momento en el espacio no captado por mi mente alguien me interrumpió dándome un beso en la mejilla, mi reflejo ante esa acción fue asustarme y alejarme de aquella persona, que todavía mi cerebro no lograba identificar.
—¡Kristen! ¿Por qué tienes esa cara de haber visto un fantasma? —habló… Jennifer.
Sí, era ella. Sentándose a mi lado. Tarde diez segundo en contestar.
—¿Fantasmas? ¡No! No es nada, estoy un poco distraída… ¿En dónde estamos? O mejor dicho ¿qué hora es? —De modo desorientado miré a mí alrededor. Por un momento pensé si había estado caminando por el instituto como una especie de zombi.
—Ésta es la última clase. ¿Segura que estas bien? Te ves pálida —inquirió preocupada tocando mi frente con sus dedos.
—Estoy bien, de verdad —asentí lentamente.
—No creo que lo estés después de un accidente —siguió con su mismo tono mirando mis ojos, como si los estuviera estudiando. Parpadeé varias veces ante su cercanía.
—¿Cómo te enteraste? —pregunté
—Las noticias vuelas Kristen, y más si el titulo es “Hija de presidente de AeroMáximus en terrible accidente”, fue novedoso —habló moviendo sus manos, primero unidas y luego las separo lentamente hasta tomar las mías.
Suspiré, supongo que ya no era muy extraño que sacaran noticias de nuestra familia, pero era demasiado fastidioso, y más cuando toda la gente se entera y te mira con cara de lastima.
La clase se pasó demasiado rápido como todas las demás, así que aproveché para salir de ahí lo más rápido posible. Jenny me acompañó como siempre pero ahora me miraba con un gesto preocupado.
Al llegar a la entrada principal, mi pulso se vio acelerado por el objetivo localizado por mi vista, en ese instante supe que la opción C, era la correcta. Estaba Kale parado en el mismo lugar en donde le hacía indicado, parecía que no se había movido ni un centímetro.
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LoveMechanic: La Obsesión del Amor
RomanceKristen Máximus siempre ha vivido bajo la mirada estricta de su padre, un importante hombre de negocios. Vive una vida de estrés y de muchos peligros a su alrededor desde la muerte de su madre, de la cual curiosamente se culpa. Después de un terribl...