El momento de la verdad
Mi pulso estaba descontrolado, su mirada me rogaba que hablara, pero una parte de mí no deseaba hacerlo. ¿Qué debía hacer? No tenía planes o estrategias para seguir ocultándole la realidad de las cosas y mucho menos fuerza de voluntad, tan sólo la misma preocupación de pensar "¿Y qué pasará después?" ¿Le estaría arruinando la vida? El futuro era incierto y demasiado tentativo, no podíamos hacer nada más que vivir el presente y tratar de hacer las cosas bien... ¿Estaba bien decirle la verdad, cierto? Sí, por supuesto...pero ¿Estaba bien decirle la verdad aun cuando sabes que lastimaría? ¿Y cuando ella misma lo había decidido? Tenía tantas ganas de decir que sí para calmar mi consciencia, pero lo cierto es que no era muy seguro.
La contemplé de nuevo, se veía realmente cansada, como si no hubiera podido dormir en toda la noche. Me sentía mal por ser la intermediaria de una situación demasiado arriesgada. Si le digo, la confundo y la lastimo y echo todo su esfuerzo y el de su padre a la basura. Y si no le digo, la lastimo y me odia. ¿Qué elegir?
—No, lo siento. No puedo—bajé la mirada derrotada.
— ¡Con un demonio, Jennifer! ¡Ya es suficiente de tanta intriga! ¡Estoy harta de ser siempre la última persona que se entera de todo! Te pido la verdad, eso es lo único que pido—apretó los dientes con las lágrimas a punto de desbordar.
Cerré los ojos y respiré profundamente.
—Tú tomaste ésta decisión, no puedo traicionarlos así—hablé casi para mí misma negando con la cabeza.
— ¿Traicionarlos? ¿De qué diablos hablas? —me alzó la barbilla y me obligó a verla. Si, iba a decir todo, tenía que hacerlo de poco a poco, tal vez sería más reconfortante.
—De ti y de tu padre—solté sin más preámbulos. Kristen me miró sin comprender.
— ¿Michael? ¿Qué tiene que ver Michael con todo esto? —preguntó arrugando el ceño.
—Mucho y te aseguro que si se entera que te lo dije ¡Me mata! Y no querrá que nos volvamos a ver y...
— ¡Espera, espera! ¿Michael sabe de todo esto? —interrogó con algo de miedo.
—Lo sabe. —No tuve más remedio que confirmarlo.
—Pero, no entiendo...Si ese hombre nos conocía, ¿entonces por qué no habló conmigo? —alcé los hombros siendo sincera, lo desconocía.
Me dolía pensar que todo era un juego de su mente y ella creyera que era real. Quién sabe qué cosas habían manipulado en el cerebro de Kristen, podría ser todo algún efecto secundario de la operación "Alucinaciones postquirúrgicas en la intervención de borramiento de memoria".
—No lo sé. Tal vez esperaba que tú lo reconocieras—dije lo primero que se me cruzó a la mente.
—Maldición, no sabes cuánto quiero recuperar la memoria, pero intento hacerlo y todo parece todavía más confuso—suspiró tocándose la cabeza, ahí donde tenía la cicatriz.
—El tiempo lo cura todo, ya lo verás—hablé en doble sentido.
Antes Kristen no había podido superar la muerte de Kale, por razones que todavía me impresionan. Siempre pensé así de Kristen, una chica fuerte e indestructible y sin muchos sentimientos de amor, sin embargo, con un alma pura que hasta la misma agua de un manantial se viera difusa junto a ella.
—No...el tiempo no cura nada, hace que olvides la claridad de las cosas, sin embargo, el dolor sigue ahí—susurró mirando hacia el cielo, como si recordara algo. Lo comprendí de inmediato, su madre. Ella había muerto hace bastantes años cuando ella era pequeña, ahora no parecía tan afectada e incluso podrías llegar a pensar que no le había afectado en lo más mínimo si no tocabas el tema a profundidad, tal vez a eso se refería.
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LoveMechanic: La Obsesión del Amor
RomanceKristen Máximus siempre ha vivido bajo la mirada estricta de su padre, un importante hombre de negocios. Vive una vida de estrés y de muchos peligros a su alrededor desde la muerte de su madre, de la cual curiosamente se culpa. Después de un terribl...