Feliz inolvidable noche de cumpleaños y año nuevo

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"Antes que nada éste capítulo contiene lemon (escenas sexuales) para aquellas personas que no gusten leer les dejo una advertencia antes de dar inicio a ello. Gracias"

Feliz inolvidable noche de cumpleaños y año nuevo

Abrí el flujo del agua tibia, se sentía tan bien tomar un baño con mucha privacidad, sin nadie viéndote ni pensando cosas pervertidas y libidinosas de ti. Sonreí mientras el agua recorría mi cuerpo con sutileza, mi cabello largo ahora completamente húmedo caía sobre mis hombros aparentando como si realmente fuera lacio, mi piel se erizo cuando el líquido llego a mi espalda hasta mis tobillos.

Luego de enjabonarme y ponerme shampoo en el cabello, lo retiré y volví a repetirlo. No estaba consciente del tiempo que estaba ahí parada, debía disfrutar el momento que tenía. Cuando ya que había terminado conmigo y me sequé el cabello con una toalla y me miré en el espejo.

—Genial—murmuré halagándome. Ahora las cosas mejoraban, mi cabello parecía casi negro y tenía ciertas ondas haciéndolo verse...sensual, además de mis ojos azul claro resplandecían de emoción. Y lo mejor de todo, es que ya no estaba sucia y mi aspecto era notablemente mejor.

Sonreí y me di ánimos a mí misma. Caminé para tomar mi ropa limpia pero...Oh, sorpresa...

— ¡Oh, no! ¡No puede ser! —grité aterrorizada, no tenía ropa limpia ¡No tenía nada! ¿Qué iba hacer? Tomé una bata de baño blanca y me la puse e hice un nudo alrededor de mi cintura.

— No puedo salir así—susurré con los nervios a flor de piel. Kale estaba con ropa ahí en la cama y yo acá con una bata encima... Cómo iba salir así semidesnuda a platicar con él ¡No tenía el valor!

—¿Por qué me pasa esto? —mascullé al borde del llanto, no estaba triste más bien tenía vergüenza por lo que pensaría Kale de mí con esto puesto ¿Diría que soy una zorra? ¿Qué soy una chica desesperada? ¡Nada de eso me hacía sentir mejor! Sabía que no había tenido buena suerte en la vida, un mal augurio me perseguía hasta que estuviera seis metros bajo tierra. Al parecer Murphy y sus malditas leyes pesimistas de "Si todo puede salir mal...saldrá mal...Y sí no, también" El chiste es que nunca te librabas de su maldición, yo era un claro ejemplo de ello en carne propia.

Me divierto y se burlan, me burlo de ellos y me castigan, me castigan y me quedo aburrida, me aburro e intento escapar, escapó me siento libre y me secuestran, me secuestran luego me salvan y vuelvo a caer en las garras de Murphy haciéndome sufrir de vergüenza. Y estoy segura que luego de esto, regresaré con Michael y me dará un buen sermón y me dejará encerrada de nuevo...

—Grr... ¿Por qué no me escupes de una vez? —hablé entre dientes mirando el techo. Caminé a todos lados pensando histérica. No podía quedarme aquí por mucho tiempo, si lo hacía Kale me vendría a buscar y todo sería peor, me encontraría como una cobarde niña oculta en un baño.

Refunfuñé tomando aire profundamente, toqué la puerta con intenciones de abrirla pero...Salí corriendo al lado contrario atemorizada antes de conseguirlo. Bufé y me crucé de brazos. Volví a verme al espejo con la bata.

—No se ve tan...provocativo—hablé cerrando un poco más la vista de mi cuello. Tenía que salir ya, debía ser valiente, no era gran cosa. Y no era mi culpa que no tuviera ropa limpia...bueno, era obvio que no la tenía pero nunca lo pensé.

Suspiré de nuevo y volví a acercarme a la puerta.

—Ok, Kristen. A las tres. Una...Dos... ¡Tres! —grité y empujé la puerta hasta que se abrió por completo. Cerré mis ojos y di tres pasos hacia delante traspasando la puerta. Contuve el aire y reuní todas mis fuerzas para dar una buena explicación.

LoveMechanic: La Obsesión del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora