LoveMechanic: La Obsesión del Amor

Sin alma no hay vida

Sin alma no hay vida

11 de Enero de 2099

Había pasado una semana desde la noticia de la muerte de Kale y yo todavía no podía asimilarla, seguía en mi estado catatónico negando la evidente verdad. Incluso con los ruegos de Michael que me pedían volver a mi antigua vida, sus suplicas por verme de nuevo comer y sonreír estaban de sobra, aunque quisiera hacerlo algo de mí no me lo permitía, era como si mi alma hubiera escapado y me hubiera dejado sin vida.

Esa semana había sido la más dolorosa, torturadora y triste en mí vida, incluso más que la muerte de mi mamá, ya que en ese tiempo no estaba demasiado consciente para medir la magnitud del problema...pero ahora, era mayor y no conocía los límites del sufrimiento, pero parecía superar todo lo existente. Mi tortura seguía aumentando cada vez que recordaba a Kale y por alguna extraña razón todo lo que veía me lo recordaba, le buscaba siempre una conexión...

Buscaba desesperadamente una pista, una razón o evidencia que me diera una esperanza, la que me dijera que Kale estaba bien, que todo lo que había pasado era mentira, rogaba que fuera una pesadilla...pero no importaba cuantas veces me pellizcara...nunca despertaba de este tormento. Quería abandonar todo, deseaba encerrarme en mi habitación con puertas y ventanas cerradas y ahogarme en mis propias lágrimas hasta morir.

La vida no estaba siendo nada buena conmigo, desde que tenía siete años la mala suerte me acompañaba, tal vez en mi vida pasada había hecho cosas muy malas o quizás algo imperdonable para que ahora el karma me castigara de esta forma... Todo iba de mal en peor pero nunca era compensada con felicidad sino con más dolor.

Pedía un poco de compasión al cielo, a todos los dioses que conocía para ver si alguno me ayudaba, necesitaba una salida... quería escapar, pero sabía que no debía, los problemas no se solucionaban escapando de ellos...es más, lo único que teníamos seguro era la muerte, no podemos huir de eso, jamás. Pero ¿Cómo superar una noticia que te decía que la persona que amaste, ya no sigue viviendo? Lo único que podía hacer era...esperar y dejar de pensar en ello, buscar una manera para seguir con mi vida, aunque fuera tan terrible...mi deber era hacerla lo más soportable posible.

Dejé de presionar mi cabeza en la almohada y la levanté para respirar. Era un martirio lo que estaba pasando mientras yo me hundía en mi soledad otros estaban emocionado por volver a clases... como ya había dicho, debía de retomar mi vida y eso incluía ir de nuevo al instituto. Michael había insistido tanto que no me quedaba de otra, había faltado mucho tiempo y si seguía así mi promedio bajaría bastante...en ese momento era bueno tener un padre poderoso que arreglaba las cosas con tronar los dedos.

Mañana empezaría de nuevo mi otra tortura, debía de escuchar todas sus preguntas incomodas y fingir que todo estaba bien...como siempre lo hacía. Quería ver a Jenny, sólo a ella y abrazarla fuertemente olvidando todo por unos segundos.

Escuché a Michael llamándome para bajar a cenar, respondí con un seco "No tengo hambre" luego de eso, entró abriendo la puerta de golpe. Rehusé su mirada y me abracé a mi almohada...ya sabía lo que veía, de nuevo su discurso de superación con unos cuantos regaños.

— Kristen, escúchame...No puedes seguir viviendo así, no dejes que esto te destruya por completo. —Estuve a punto de decir un "No puedo superarlo en una semana" pero antes habló pareciendo que había leído mi mente—. No te estoy diciendo que hagas como si nada hubiera pasado sino que solamente trates de salir de tu habitación y comas algo, me preocupas demasiado y últimamente esta mucho más delgada—agregó con semblante acongojado.