La espera sólo desespera

284 18 3
                                    


La espera sólo desespera

Lo admito, estaba aterrorizada. Pero quién no lo estaría siendo una adolescente de dieciocho años embarazada y tratando de encontrar a su novio robot que había sobrevivido a la muerte. Sí, era una situación difícil.

Los días pasaron demasiado lento entre el ajetreo y apretado horario de clases junto a las visitas al doctor, un amigo de la familia Wood que había accedido a mantener nuestras consultas en secreto, ya que sabíamos que se armaría un tremendo alboroto si se descubría mi condición, y el hecho de que Michael cortaría las cabezas de todas aquellas personas que se atrevieran a decir blasfemia acerca de mí persona.

Tenía tanto miedo sobre la ignorancia del verdadero padre de mi bebe, sin embargo, cuando me hicieron la primera ecografía y vi moverse ese pedacito de carne dentro de mí, sentí que mi mundo se encogía de tal manera que lo único que cabía en él, era ese nuevo ser formándose dentro de mí. Una inmensa felicidad que sobrepasaba cualquier límite impuesto por la sociedad y en ese momento me quedó claro que el amor a primera vista si existía. Entendí que no me importaba nada más que su bienestar y felicidad, sería una buena madre, nada le faltaría, sería mi bebe y con eso bastaba.

Tenía catorce semanas de embarazo, me habían dicho que como era madre primeriza era normal que no se notara mi vientre hinchado en los primeros cuatro meses, pero ya era suficiente tiempo para saber el sexo del bebe. Cuando me informaron que era niño, rompí a llorar... No por decepción sino por alegría infinita. Internamente deseaba que fuera niño, ya que imaginaba que cuando creciera sería fuerte y valiente capaz de cuidar a sus hermanos menores... Ese pensamiento aclaró muchas cosas y la más importante de todas era que inconscientemente deseaba tener más hijos... Una familia.

Jennifer siempre me acompañaba a donde fuera, todas las horas del día cuidándome y preguntándome cómo me sentía. Los únicos momentos que me daba un poco de privacidad para pensar sola era cuando llegaba Thomas, un chico que se notaba claramente enamorado de ella, aunque Jenny lo negara sabía que también le atraía. Era lindo ver como el amor florecía entre ellos, estaba muy feliz por mi amiga pero al observarlos conversar con cierto nerviosismo o cuando Thomas se atrevía a tomarle la mano, me ponía un poco melancólica al recordar los tiempos pasados con Kale.

Otra noticia relevante era que había terminado con Stephen el primer día de clases después de recuperar la memoria. Me sentí un poco mal cuando le dije que quería terminar y vi la tristeza reflejada en sus pupilas, pero no quería herirlo más, era mejor para él. Yo esperaba un hijo que no era suyo y buscaba a un hombre que no era él. No podía seguía engañándolo más ni debía meterlo en mis asuntos. Él tenía toda una vida por delante, era lindo y atractivo con muchas pretendientes detrás de él, podía encontrar a una chica que realmente lo quisiera y ser feliz junto a ella, porque conmigo no lo sería.

Esquivé y evité olímpicamente a todo chico que se me cruzaba en el camino y era difícil ya que todo el instituto se había enterado de la separación entre Stephen y yo. Y como muchos buscaban una oportunidad, venían a molestarme y perder su tiempo en vano. Si realmente estuvieran enterados que estaba embarazada seguro que en vez de seguirme, estaría huyendo.

Además de ciertas molestias físicas y una serie de dolores, mareos y vómitos que me impedían socializar con comodidad, todo estaba bien. Sin embargo, mi comportamiento era demasiado ansioso de lo que jamás había estado en mi vida. Quería buscar a Kale, pero no tenía tiempo. Perder clases no me importaba en lo más mínimo, seguía con mi buen promedio y entrar a una buena universidad no era problema con las influencias que tenía mi padre. Pero lo que si me importaba eran los chequeos y vitaminas que me aconsejaban tomar para el buen desarrollo del bebe. Me decían que no debía alterarme y que tenía que guardar reposo, no andar corriendo de arriba a abajo como yo deseaba hacerlo.

LoveMechanic: La Obsesión del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora