Niall
La vi bostezar por segunda vez, y sonreí. Tal vez no tendría que haberle despertado temprano para salir a desayunar juntos, pero quería pasar tiempo con ella.
-¿Cuantas horas has dormido? -le pregunté antes de llevarme la taza de café a los labios. Necesitaba despejarme un poco.
-No muchas la verdad, por suerte el concierto acabó a las siete, pero después me quedé hablando con las chicas de...cosas -respondió encogiéndose de hombros -cuando lleguemos al hotel me echaré en la cama y dormiré hasta tener que volver al estadio -
-Creo que haré lo mismo -concorde con ella y le sonreí, al mismo tiempo que me colocaba bien las gafas de sol que llevaba puestas
-Oh no, tenemos esa entrevista hoy -
-Es verdad -no se me había olvidado la entrevista, sabia que era hoy, pero me había hecho ilusiones de dormir.
Me pareció muy tierno ver como Alex fruncía sus labios-Eso significa que tenemos que volver en un momento al hotel. Pero después tenemos dos días para dormir todas las horas que queramos -sonrió victoriosa.
-¿Sabes? -dije después de un momento en silencio -me siento raro con él grandullón detrás nuestro -me refería al guardia. Era obvio que no nos dejarían salir solos. Al menos solo es él, porque Mark, su guardaespaldas, había insistido en venir, pero Alex consiguió convencerle de que con uno era suficiente.
Para ser sinceros, me sentía algo...no se, celoso por Marc, aunque no se si ese es el sentimiento correcto, pero él es joven, tendrá unos treinta y pico, y su físico no pasa desapercibido por todas las mujeres, ni siquiera las fans de Alex, o las nuestras.-Lo sé, pero no podemos salir sin él -dijo susurrando. El guardaespaldas estaba en la mesa de atrás leyendo un periódico.
Me di cuenta de que Alex no dejaba de mirar a mis ojos, llevaba así toda la mañana, creo que intentaba comprobar si podía verlos a través de las gafas. Siendo ella no me extrañaría que fuera eso. Pero yo también la estaba mirando a ella y ni siquiera se daba cuenta
-Me gustan tus gafas -
-Gracias -contesté y me las quité para dárselas -pruebatelas -ella las cogió sin dudar y se las puso. Miró a nuestro al rededor como si fuera una niña que se había probado por primera vez unas gafas de sol -te quedan muy bien -terminané mi café de un sorbo y la volví a mirar, ella sacudió su pelo exageradamente -toda una diva -bromeé.
-No soy una diva -fingió estar ofendida provocando que riera. Su móvil, que estaba encima de la mesa, empezó a sonar con un tono diferente al que había escuchado antes. Decidí que ese era momento para volver al hotel -hola mamá -contestó ella muy contenta -si, hemos empezado con los conciertos otra vez -
***
Alex-Me da igual -volvió a gritar Morgan tras la puerta del baño. Llevaba ahí encerrada desde hace 5 minutos.
-No seas tonta -le dijo Nadia pegada a la puerta, igual que yo -sabes que te gusta, y tú le gustas a él -
-¿Y si no? -
-Ayer hablé con él, claro que le gustas -Nadia me miró con expresión de sorpresa. Ayer no les pude contar nada ya que Morgan no quería abrir la boca. Algo que tenia en común con Morgan, es que nos costaba admitir cuando empezábamos a sentir algo por alguien. Y ahora mismo eso me está poniendo nerviosa porque queríamos que ella nos admitiera que le gustaba Liam.
-¡Morgan voy a matarte como no salgas de ahí! -gritó Nadia de un forma que parecía una loca.
-¿Como vas a matarme si me quedo aquí encerrada? -contestó con burla y haciendo una risa malvada y extraña al final.
Mi otra amiga miró a la puerta apunto de romperla.