Steve PoV"Me encanta la forma en la que mientes"
Eran las 2: 32 de la mañana, y esperaba a Natasha sentado en el sofá.
Su excusa esta vez fue que tenía que salir con Wanda, cosa que obviamente no es cierta, ya que la chica de cabello castaño había llamado a la pelirroja esta tarde.
Ya estaba harto de sus mentiras, y de que siempre yo las creyera.
El sonido de un auto estacionándose, y las luces del mismo, me pusieron al tanto de la llegada de la rusa.
La puerta principal se abrió con sigilo y cautela. Una persona ilusa pensaría que nadie había entrado.
— No es necesario que no hagas ruido.— dije son seriedad, mientras la pelirroja caminaba hasta la cocina.
— Ah, Steve. ¿Qué haces despierto?— preguntó a unos pasos de distancia.
— Te esperaba.— contesté con frialdad, mientras me levantaba del sofá y caminaba hasta ella.
— Pero si ya te había dicho que no me esperaras despierto, que iba a estar con Wanda...— comenzó a decir ella.
— ¿Cuándo dejarás de mentir?— solté de golpe.
Ella me miró con confusión pero, a la vez, con culpabilidad.
— Bien. Estaba comprando algo para mí.
Levanté las cejas en forma de que seguía mintiendo, ya que no sabía enarcar una sola ceja como ella.
Ella abrió su bolso, y sacó una bolsa de alguna tienda de ropa, levantándola y mostrándomela.
— Esta vez planeaste muy bien todo.— dije yo, cruzando mis brazos sobre mi pecho.
Ella negó con la cabeza, riendo. Al parecer pensaba que estaba loco.
— Dame la factura.— pedí yo, frotándome los ojos con los dedos.
— ¿Disculpa?
— Compruébame que fuiste. Dame la maldita factura.
La pelirroja agachó la cabeza, con impotencia, y apretó los puños.
— ¿Qué quieres de mí, Steve?— preguntó aún con la cabeza abajo.
"Que te quedarás conmigo una vida entera"
— Quiero la verdad.
Un suspiro forzado salió de sus labios.
— ¿Quieres que te diga que te engaño? Así quizás me creas de una puta vez.— levantó la cabeza, alzando la voz junto con ella, y vi la rabia acumulada en sus ojos.