Come On And Hunt Me

266 30 2
                                    


•I know you want me•

No sabe porqué se siente ansioso esa mañana. Bueno, sabe exactamente porqué, pero decide no admitirlo.

La presencia de Natasha en su auto esa mañana en específico gritaba en su cabeza que algo iba a pasar, aunque todavía no sabía qué. Y aunque la mujer no estuviese prestándole la mas mínima atención, puede sentir en su visión periférica cada uno de sus más pequeños movimientos.

Cuando detuvo el auto en su espacio correspondiente en el estacionamiento subterráneo, Natasha toma su bolso de entre sus piernas en el piso y lo posa en su regazo, ninguna intención de quitarse el cinturón de seguridad. Luego se da cuenta de que él mismo tampoco se lo había removido.

—¿Crees que lloverá este fin de semana?— le escucha preguntar y sabe de inmediato que está tratando de llenar el silencio.

—Es poco probable, pero deberías usar un abrigo o cardigan en la noche.

En San Francisco llovía poco, y en las noches las personas no se molestaban en salir abrigadas por lo mismo.

La mira por un momento mientras ella tiene los ojos fijos al frente, como si la placa con su nombre en el estacionamiento fuera lo más interesante que había visto en su vida. Esa mañana llevaba una camisa negra de botones y una falda blanca que cortaba debajo de sus rodillas. Reconoce que es un problema cuando la ve entrar al auto, y sabe que todo el mundo se le quedará viendo en el edificio. Siempre lo hacen de todas formas.

Natasha se veía bien, y lo sabía.

Ve su pecho subir y bajar con tranquilidad a través del escote de su blusa, y no se averguenza cuando se queda mirándole los pechos por más de unos segundos. A ella le gustaba ser observada, y más por Steve. Se lo recordaba una y otra vez.

Sus miradas se cruzan cuando deja de mirar a la pared, sus ojos deteniéndose un momento en los azules de su compañero, luego bajando a sus labios.

Steve traga en seco. Desea haber traído esa botella de agua antes de salir de casa; siente la garganta como el desierto.

—Gracias por traerme hoy— comenta ella, quitándose finalmente el cinturón. Él casi hace un puchero—. Fue mucho más rápido venir contigo que pedir un Uber.

—Pensé que rentarías un auto esta vez— sonríe cuando no sale inmediatamente del auto.

—No tengo mucho tiempo. Quizás le diga a Eloise que lo haga— la ve sacar su celular y sabe que está poniendo un recordatorio para su secretaria.

Le asustaba muchas veces cuánto sabía sobre Natasha, y cuánto sabía ella sobre él. La mujer tenía todo el poder de revelar sus más intimos secretos y humillarlo públicamente. En vez, le prometía que todas las conversaciones intercambiadas entre ambos se irían a la tumba con ella.

—¿Ya sabes lo que te vas a poner el sábado?

El fin de semana todo el edificio estaba invitado a la fiesta anual de la división de Massachusetts del FBI, y tal fiesta tenía fama de ser muy grande y ruidosa y excesiva, y a Steve le gustaba aquello, hasta que se enteró de que Natasha participaría ese año.

—No estoy seguro. Creo que alguna camisa YSL y unos pantalones cualquiera. No me esforzaré mucho.

La ve asentir.

-One Shots 'Romanogers'+-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora