La Apuesta

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Capítulo Cinco: Temporary Bad Decisions.

Luego de encontrarse con Natasha ese viernes, los amigos de Steve no podían estar más entusiasmados.

Ese día se habían reunido específicamente para hablar sobre qué hacer luego.

—Es bueno que ella sea la última en hablar— asiente Clint viendo los mensajes en el celular del castaño—. Ella también debería empezar las conversaciones, así se ve desesperada.

—No creo que eso vaya a pasar— opina Steve rascándose  la nuca—. Natasha no es una de esas chicas que habla primero.

—En algún momento tendrá que hacerlo— se levanta de su silla y camina hasta la pizarra en medio de la sala—. ¿Ya le hablaste sobre salir otra vez?

—Lo hice. Ella no quiso hablar de eso.

El muchacho parece pensar.

—Tienes que ser insistente. La próxima salida tiene que ser en un lugar público, así la gente se dé cuenta de que están juntos.

—¿Por qué es tan importante que la gente nos vea?

—Así se levantan rumores— dice burlón—. Ya deberías saber estas clases de cosas, Stevie.

Respiró profundo. Si había algo que odiase más que la estupidez de Clint era ser llamado Stevie por el mismo. Hacía que su sangre hirviera.

—Creo que deberías llevarla a tu casa el fin de semana— mira a la pizarra y pone un alfiler sobre una de las fotos.

—¿Estás loco? Apenas la pude convencer de que saliera conmigo, ¿y ahora tengo que invitarla a mi casa?

—Vamos, Steve. No seas cobarde— habla Pietro a su espalda.

—¿Cuál es tu obsesión con Natasha de todas formas? ¿Acaso querías acostarte con ella y te dijo que no? ¿Qué ganas con herirla?

Clint aprieta el bastón que tiene en manos pero luego suelta una sonrisa.

—Estoy aburrido, eso es todo— dice con cansancio—. Y no planeé esto con el punto de herirla. Quisiera pensar que le estoy haciendo un favor— asiente con la cabeza y los demás se les unen.

—¿Un favor?

—¿Sabes toda la popularidad que ganará la nerd cuando te deshagas de ella? ¡Todos van a querer salir con ella!— levanta los brazos al aire con dramatismo.

—¿De qué estás hablando? Ya Natasha es lo suficientemente popular por su cuenta.

El pequeño castaño toma asiento otra vez y suelta un suspiro.

—Ah, eso. Siempre está con el equipo de football. Hablando del tema— se levanta una vez más y se apresura a llegar con Steve—. ¿Le preguntaste sobre Thor? ¿Qué te dijo?— pregunta ansioso. Steve pone cara de confusión y se aleja de él con miedo.

—Di-dijo que eran amigos, sólo eso.

—¿Y le crees?

—Pues... no, no mucho.

—¿Y qué harás al respecto?— con una gran sonrisa le pregunta.

—Supongo que le preguntaré otra vez— cierra los ojos y suspira.

—Bien hecho, Steve.



Cuando sale de la propiedad de Clint se dirige a su auto con enojo. Aquello se estaba saliendo de control.

Sentía que estaba siendo usado por Clint y que estaba usando a Natasha para algún retorcido deseo del pequeño castaño.

¿Sería aquella la peor decisión que había hecho en su vida?

Al entrar a su auto una llamada le hace mirar con confusión su celular.

—¿Natasha?

Steve, hola.

—¿Pasó algo?

¿Tienes mi cuaderno de química? Sé que te gusta tomar mis cosas sin permiso y...— ríe con nerviosismo—. No lo encuentro. ¿Lo tienes?

—Me lo prestaste hace días. ¿No te acuerdas?

Le escucha respirar con calma.

No, no me acordaba.

Él ríe y se pone el cinturón.

—¿Dónde estás? Te lo llevo en seguida.

Minutos después ya se encontraba en su puerta devolviéndole su cuaderno.

—Muchas gracias, ya empezaba a volverme loca— ríe y Steve parpadea un par de veces—. ¿Quieres té? Está muy frío afuera— le deja entrar a su casa y él enarca una ceja.

—Así que hemos llegado al punto en nuestra relación donde me invitas a tu casa sin yo tener que pedírtelo— asiente con la cabeza achicando los ojos—. Parece que ya te gusto.

Ella masculla y lo dirige a la cocina.

—No me gustas— dice sin problema, otra vez ninguna emoción mostrándose en sus facciones—. Sólo soy un ser humano decente.

—Ah...— ríe con nerviosismo esta vez, rascándose el cuello—. Es bueno saberlo.

Luego de tener la taza de té frente a él se arma de valor para preguntar lo que a Clint le interesaba.

—¿Harás algo en las vacaciones de primavera?

—No sé. No creo que tengo algo planeado— le da un sorbo a su taza.

—¿Te gustaría... hacer algo conmigo?

—¿Algo como qué?

—No sé... podemos salir, quizás tomar una noche, aunque no creo que lo hagas.

—¿Quién te dijo que no tomo alcohol?— pregunta con interés. Steve sabe que está en problemas.

—Pues, lo asumí...— se rasca la nuca una vez más—. Sé que vas a la iglesia y eso, así que pensé...

—¿Que si voy a la iglesia no puedo tomar?— levanta una ceja y Steve se tapa el rostro con las manos.

—Lo siento, no quise ofenderte.

—Me gustaría salir contigo, sí— el castaño sale de su escondite incrédulo—. Quiero ver tu reacción cuando te des cuenta de cuán grande es mi tolerancia— le sonríe con diversion mientras se lleva su taza a los labios.

—Está bien, está pautado entonces.

-One Shots 'Romanogers'+-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora