~\\If the World ends//~

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Espero les guste.

Omnisciente

Ese día llovía mucho.

Se podía decir que no había llovido de esa manera desde hace meses, pero en días pasados había sido lo mismo.

Más de la mitad de la población mundial había desaparecido; quizá una tercera parte incluso.

Los que estaban vivos no se atrevían a salir de sus refugios y enfrentarse a la posibilidad de morir también, y los que salían era porque tenían los escrúpulos suficientes para buscar alimento.

La hora no había cambiado, y lo agradecía. Según su reloj eran las 10:36 de la noche.

Se encontraba en esa tienda muy organizada, contraria al desorden de afuera.

Se había quedado sin almuerzo esa mañana tras ver que ese gatito blanco que había salvado se comía la última tira de jamón de su refrigerador.

Tenía la canasta en la mano y revisaba con cautela la fecha de caducidad del frasco que sostenía.

La chica de ojos azul cielo le sonríe a quien ve pasar por el estacionamiento.

La lluvia había disminuido afuera, y por eso solo tenía un pequeño impermeable negro que apenas le cubría los brazos.

Al llegar a la entrada y quitarse la capucha, tomó su cabello en una mano, girándolo y exprimiendo el exceso de agua, toda esta cayendo al piso.

Si el mundo estaba a punto de acabarse lo último que haría era limpiar aquel charco que había hecho.

Tomó una canasta azul y tiró de la blusa en su pecho, ya que con el agua se había adherido a su voluptuoso frente.

Comenzó a caminar por los pasillos.

Al llegar al lugar que buscaba, donde iba siempre, no encontró lo que quería.

Al parecer al alimento preferido de Charlie se había acabado.

—Bueno, espero que te guste este...— susurró al aire, poniendo la bolsa en la canasta.

Pasó al pasillo de al lado, encontrándose con que no estaba sola.

Le sonrió al rubio y se dedicó a tomar una caja de cereal y pasar al pasillo siguiente.

El chico era atractivo. Incluso con la simple flexión de sus brazos al revisar la etiqueta de aquella caja sus músculos parecían a punto de salir de su camiseta.

Puso una pequeña caja de huevos en la canasta y caminó para ver una de las bolsas de azúcar.

El rubio estaba allí otra vez.

Le sonrió de lado y tomó la bolsa de azúcar, caminando con rapidez hacia otro lado.

La chica sonrió.

Toma una de las bolsas y sigue adelante.

Va al pasillo de los condimentos. Revisa cada estante hasta encontrar la marca de su mostaza favorita.

-One Shots 'Romanogers'+-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora