Abril tiene un problema. ¡Detesta a los chicos más que nada en el mundo!
Su olor, su voz y su presencia es algo que ella no tolera ; sin embargo , la escuela está rodeada de ellos y ha tenido que aprender a sobrevivir con ello .
...
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Quiero irme...
Pero estoy segura que no me dejara marcharme ,así que solo tengo dos opciones : salir huyendo o salir huyendo , si , en realidad solo tengo una opción que deseo elegir , pero sí muchas por las que debería ser correcta , entre ellas considerar en decirle a Tanner lo que pasó entre este chico y yo, pero aunque tuviera la fuerza para hacerlo no tendría la oportunidad porque su molesta cita no lo ha dejado respirar en todo el tiempo desde que llegamos ,además conociendo a Tanner como lo conozco se que esto terminara mal .
Estoy empezando a creer que pasar tiempo con Tanner atrae todo lo negativo hacia mi.
Para mi sorpresa la mitad que dura la película parece marchar bien ,pero entonces se que no puedo cantar victoria cuando una sus manos comienzan a deslizarse hasta mi muslo , esa es la advertencia que necesitaba para marcharme porque se que no puedo seguir aguantando ni un minuto más y debo irme antes de que empeore, me levanto del asiento llamando la atención de las personas a nuestro alrededor , escucho un par de silbidos y gritos para que me siente , pero finalmente pidiendo permiso y recibiendo unos cuantos insultos logro salir, por alguna extraña razón siempre la situación se repite , salgo huyendo mientras escucho a Tanner llamarme .
La verdad se esta volviendo molesto y humillante , detesto huirle a todo ,pero por ahora es lo mejor que puedo hacer.
—Gatita..—Como es de costumbre el llega a mí deteniéndome el paso.
—Quiero irme , déjame pasar.—Exijo ,pero el no me lo permite.
Mi mirada se conecta con el ahora Jaxx Parker y antes ladron de la tienda de Carl ,prefiero llamarlo ladrón , él me sonrie y de pronto coloca su dedo indice sobre sus labios dándome a entender que no hable.
— ¿Qué ha pasado?.— Pregunta confundido.— ¿No te gusta la película? No puedes marcharte así.
— ¿Por qué? ¿Por qué te estoy arruinando la cita.— Las palabras salen como vómito verbal y me retracto al instante. —Lamento si estoy por arruinarte el polvo de la noche.
— ¿Es por eso?.— Eleva una ceja interrumpiendome.—¿Estás celosa?
¿Ah?
— Te dije que no te enamoraras de mi .— Apenas y puedo creer lo que estoy escuchando.
— ¿Qué?
— Te lo adverti.
— ¿De que demonios estas hablando?
— Te has puesto celosa porque estaba con ella ¿De qué crees que estoy hablando?
