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Tyler le había contado lo que había pasado con el novio de su madre a la morena en la hora de receso, los dos niños habían terminado sentados debajo de un frondoso árbol, Marina compartía su almuerzo con el menor.

−Pe-pero, ¿No le dijiste nada a tu mamá? –Preguntó la niña sorprendida, el castaño negó bajando su mirada.

−Tal vez n-no me crea. –Dijo mordiendo sus uñas y dejar soltar unas lágrimas, no sabía que iba a hacer si veía al hombre una vez en su casa, era muy poco probable que Josh lo quisiese en su casa una vez más.

−Tyler, no llores. –Le murmuró la morena, abrazándolo fuerte. –Puedo decirle a mamá que te quedes unos días en mi casa. –Le ofreció, aunque tal vez eso era imposible. –Si quieres puedes venir a vivir a mi casa. –Le sonrió. –Tendrás un espacio en mi cama y compartiremos vestidos. –Siguió, los dos niños fantasearon, imaginándose como sería vivir los dos juntos en una hermosa casa rosada como la que tenía el castaño en su cuarto.

El timbre sonó, comenzando otra vez con las clases, Tyler no quería que acabaran no quería regresar a casa y ver a aquel hombre, pero él no podía manipular el tiempo y mucho menos decidir si ir a la casa de la morena cuando él quisiera.

Por suerte su madre lo recogió, dejándose un peso enorme lejos de sus hombros y caminó feliz al auto.

− ¿Cómo te fue pequeño? –Preguntó su madre, conduciendo devuelta a casa, Tyler levantó sus hombros haciendo un ligero puchero al recordar como Josh se había portado con él.

−B-bien. –Mintió, comenzaba a sentirse mal, había mentido demasiadas veces en el día.

−Eso es perfecto. –Hubo un corto silencio. –Y bueno, ¿Qué te pareció Cam? –El menor mordió sus labios un poco y su madre lo pudo ver bien. –Te entiendo que no te agrade Ty. –El menor levanto su mirada a su madre. –Pero con el tiempo le agarraras cariño, sería tu papá perfecto. –El castaño no quería negar, su mami se veía tan feliz cuando hablaba de él, así que sólo asintió tratando de sonreírle.

Su tarde había sido calmada, haciendo su tarea en su cuarto y después pasar lo que quedaba de día arreglando sus muñecas, quería llevar una de ellas a la escuela y prestársela a Marina.

Su puerta se había abierto, sin algunos golpes que avisaban que entrarían, era una vez más aquel hombre.

− ¿Qué pasa hombrecito? –Saludó el más grande, Tyler frunció el ceño.

−Soy niña. –Le murmuró cepillando el cabello de la muñeca balanceado sus pies, aun tirado en el piso bocabajo.

− ¿P-pero, cómo carajos te pudo criar Allison? –Dijo molesto y entró a la habitación completamente, quitándole la muñeca de un tirón, Tyler rápidamente trató de quitársela a base de gritos.

Su madre entró rápidamente a la habitación, viendo como el pequeño a base de saltos trataba de quitarle la muñeca al más grande.

− ¿Qué rayos está pasando aquí? –Casi gritó, limpiando sus manos en un delantal rosa que el castaño le había regalado el día de las madres.

−Que Tyler no me quiere prestar sus muñecas, le he dicho que quería jugar con él y se ha puesto a gritar. –Tyler había comenzado a llorar, negando mientras el hombre hablaba.

Su madre se había puesto en esa típica pose autoritaria y miró al menor. –Joseph, ¿Qué hemos dicho sobre prestar las cosas?

−P-pero e-es qu-e yo, é-él... -El menor dejaba salir, sus lágrimas comenzaron a mojar su rostro y bajó la mirada. –Si nos importa le prestamos. –Murmuró y después miró al gran hombre que era casi el doble de alto que él.

− ¿Me la prestarás? –Le pregunto aquel hombre, Tyler asintió y dejó su rostro mirando la alfombra de su habitación, llorando en silencio.

−Así se hace pequeño, él no la maltratara, ¿Verdad Cam? –Preguntó la madre, acariciando el cabello de su hijo y mirar a su novio negar. –Ves, él la cuidara como tú las cuidas, ¿Está bien? –A Tyler no le quedo de otra que asentir. –Muy bien bebé, ahora volveré a terminar de hacer la cena. –Dejó un corto beso en el cabello del menor y se fue tomando la mano de su novio.

Tyler se quedó en la habitación mirando la puerta y después se tiró en la alfombra golpeando sus rodillas y ponerse a llorar.

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mama saidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora