32

1.8K 420 302
                                    

Allison quería que ambos niños estudiasen en aquellas escuelas por el simple hecho de que eran privadas -también había conocido a varias personas de ambos colegios y le aseguraban que ambos niños estarían bien-.

Tyler estaba más que emocionado por pasar más tiempo con aquella castaña que hasta ahora esa su única y mejor amiga, Ruby no dejaba de contarle lo qué harían cuando estuvieran en clases y que era obvio que en todos los proyectos ambos estarían juntos.

Pero Franky, ella no estaba del todo feliz, trataba de guardar aquellas amargas lágrimas para ella cuando terminaba el día y no tenía que compartir ya habitación con su madre, sin mentirse extrañaba pasar el rato con aquel moreno de rizos y sus cálidos ojos cafés que siempre le miraban alegres, olvidándose un rato de todo lo malo en su familia.

Francesca le había tomado un cariño muy especial a Jordan, jurándose que él sería el único que en verdad supiera todo lo que su padre le había hecho de pequeña. Su primer día de clases había sido duro y difícil, no conocía a nadie y Tyler no estaba junto con ella, mucho menos Jordan.

Todo era diferente con Tyler, él estaba feliz de volver a la escuela, estaba nervioso de pensar que alguien le diría que se veía feo en aquellos rosados vestidos o que las uñas que Ruby había pintado un día antes estaban mal pintadas y aquel color no le quedaba al castaño, pero no, todo estaba bien, demasiado bien.

Jordan sabía que Franky se había ido lejos aquellos días de noviembre, cuando se había quedado casi todo el día fuera sentado cerca de la valla esperando que la pelirroja llegara y comenzaran a platicar como siempre lo habían hecho, hasta había salido de casa, ignorando a sus padres que le decían que no se saliese, a él no le importaba, llegando a la enorme puerta de madera de la casa contigua a la suya, donde golpeó fuertemente, esperando a que alguien saliera, hasta había deseado que Tyler atendiese la puerta en aquel momento.

Ignoró las huecas palabras de Josh cuando le dijo que más chicas vendrían a su vida, Jordan no quería a alguien más que aquellos lindos ojos esmeralda y cabello color zanahoria que olía a lilas, él quería a Franky y a nadie más.

Al pareces a Josh le iba mejor, Jordan pensó, lo había visto muy tranquilo cuando había salido de casa se topó con aquel enorme camión de mudanzas y no mencionó nada cuando Jordan le conto que Franky y su familia se irían lejos de ahí. Josh había dejado a Agatha en ese tiempo, cuando se enteró que se la mamaba a uno de sus amigos. Dejándole de hablar tanto a Frank como a aquella perra.

Después de Agatha vinieron más personas con Josh, pero él no lograba sentir nada, después de calientes besos y donde las chicas de su colegio dejaran que las manos de Josh pasearan por todo su cuerpo, el chico pelinegro se había dado cuenta de algo peligroso.

Había sido en su penúltimo año de preparatoria, donde Josh había terminado por alejarse de aquellos amigos y hacer su propio camino, no uno mejor, sino que en él podía hacer lo que quería, como teñirse el cabello y poder utilizar tantos piercings él podía y claro, sus padres pagasen.

Salía con una linda chica castaña, Edith era su nombre, eso creía Josh. Pasaban la mayoría del tiempo de clases fuera del colegio, fumando con algunos amigos de aquella chica y haciendo tonterías que un chico cualquiera de preparatoria podría hacer, hasta que caía el sol y comenzaban a irse. Todos se habían ido, excepto aquellos dos.

Los besos entre aquella pareja habían comenzado a subir, las manos comenzaban a viajar de un lado a otro en el cuerpo contrario y aquellas bocas comenzaban a besar más que los labios, se podía decir que en aquel momento se iba a presenciar la primera mamada del chico tintado de azul, Josh, aun siendo un chico que pasaba de chica en chica nunca había tenido contacto sexual con una, tal vez ellas dejaban que los dedos de Josh indagasen más en ellas, pero el tintado no se involucraba demás.

Y aquella sensación cálida de los labios cerrándose sobre su polla eran el cielo, el natural vaivén de las caderas de Josh moviéndose por mas contacto y su mano atrapando cuando cabello podía, lo único que le incomodaba eran aquellos azules ojos que le miraban constantemente, echando su cabeza hacia atrás para perder el contacto y comenzar con movimientos más rápidos, terminó con un ronco jadeo. −Tyler...

🌸🐱🌸

mama saidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora