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Después de eso no hubo una charla más con su madre o alguna comida. El pequeño castaño la pasaba en la escuela por la maña, por las tardes si tenía suerte y su madre le dejaba iba a la casa de la pequeña Marina y pasaba la tarde hasta que su madre lo iba a recoger y después se iba a dormir.

Si no tenía tanta suerte y su madre le decía que no (como la mayoría de las veces) tenía que regresar a casa, donde aquel hombre la mayoría del tiempo estaba, su madre había hablado con el castaño diciéndole algo sobre una "mudanza" el nombre era extraño y no supo exactamente a que se refería su mamá hasta que vio como aquel hombre comenzaba a llevar cajas y cajas, y comenzaba a colgar su ropa en el closet de su madre.

Tyler hizo un pequeño berrinche al enterarse de eso, sacando la ropa del hombre cuando se dio cuenta que llenaba un lugar en el armario de mamá, el gran hombre le dijo a Allison que Tyler sólo quería ser como él, que le faltaba una figura paterna que lo cuidase y le enseñase el 'buen camino'. La mujer no discutió un poco, pero tampoco dejó que Cameron eligiera por Tyler, esa única vez había puesto a su hijo lo había puesto delante de cualquier cosa.

Pero al parecer a Cameron le resulto un poco irrespetuoso eso, pero no quería pelear con la mujer. Aunque al no tener en todo momento la mirada de su ahora prometida le daba tiempo para regañar al menor, dejándole contadas veces pequeñas marcas moráceas en sus brazos cuando el menor se rehusaba a escucharlo y después se encerraba en su habitación.

Su habitación parecía el único lugar donde podía estar tranquilo, claro, en su propia casa. Amaba ir a la escuela y pasar su tiempo al lado de la chica diamante y aprender cosas nuevas, también amaba ir a la casa de Marina, pero no había lugar mejor que su habitación donde podía desahogarse con su pequeño Teddy que su madre le había regalado para su cumpleaños número 5, el cual escondía entre sus cobijas al ver que aquel hombre enorme le quitaba de uno en uno sus muñecas y juguetes.

Hubo un día donde la madre de Josh había venido a visitar a la madre del castaño, preocupada por el menor que después de haber ido día y quedarse a dormir el pequeño ya no los visitaba, ese día Tyler fingió estar enfermo del estómago, encerrándose en el baño, la verdad era que no quería ver a Josh, tenía miedo que hasta en su propia casa se burlase de él. Así que al igual que el gran hombre lo trataba de evadir en la escuela, inventándose cosas cada que lo veía venir con sus otros amigos quienes desde lejos ya se burlaban del menor.

🌙

Todo estaba bien para el menor, en lo que cabía, hoy no había visto a Cameron en su casa y su madre le había hecho unos lindos sándwiches para llevar a la escuela, sus clases como siempre eran entretenidas y al parecer todo estaban más animados que de costumbre, Marina sonreía demasiado. Pero Tyler no entendía porque.

La campana sonó para salir al receso y Marina daba pequeños saltos alrededor del menor que con sumo cuidado alisaba su vestido por la parte trasera, había llevado a clases un lindo vestido rosa que su madre había escogido de su armario y le había encantado, los dos amigos caminaban a su árbol favorito donde ambos se sentaban.

El castaño le dio la bolsa donde su emparedado con crema de maní y jalea iba, dándole una mitad a la morena y la otra para él.

− ¿No estás emocionado? –Por fin dijo la morena, cruzando sus piernas y darle otro mordisco a su pedazo de sándwich.

Tyler levantó los hombros sin saber de qué hablaba. − ¿Para qué? –Murmuró, limpiando migas de pan con su mano.

−Estamos por salir de vacaciones. –Marina estaba por más emocionada, alzando sus brazos. –Dijo mamá que iríamos a con mis primas y luego a la playa. –Dio un pequeño escalofrió y sonrió. –Amo la playa Ty. –Terminó su pedazo de emparedado y vio como el menor miraba a otro lugar, dejando su pedacito de pan. − ¿Tú no saldrás?

Tyler en realidad no sabía que significaba vacaciones, pero entendió que era algo malo, dejaría de ver a Marina. ¿Y que si era para siempre?

−N-no. –Murmuró y después cubrió su rostro. –Y-yo no quiero salir Ma-Marina... -Las lágrimas habían comenzado a salir, sintiendo como su amiga lo abrazaba aun con su rostro en sus manos.

−P-pero T-Ty. Eso es lo mejor, dejaremos de venir a clases y por fin nos levantaremos tarde. –Dijo tranquilizándolo, pero para él era todo lo contrario, si no iría más a clases tendría que estar más en casa. Si iba a estar más en casa significaría estar más tiempo con Camero y menos con mamá. Todo estaba mal.

El menor no espero más y sus lágrimas comenzaron a salir fuertemente, junto con sus sollozos que trataba de tranquilizar cubriendo su boca, pensaba en lo terrible que iba a ser estar en casa todo el tiempo y no poder ver más a la morena, no poder ir y quedarse a leer esos libros con más imágenes que con texto de la biblioteca, no. No estaba pasando.

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mama saidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora