mama said

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Después de que Tyler y la castaña dejaran la casa de su madre y su pelirroja hermana, Franky le pidió a Jordan que fuera, no le importabas que el sol ya estuviera escondiéndose.

Francesca estaba enojada, desencajando la mandíbula cada que las palabras que su madre había dicho se repetían en su mente y esperaba a que el moreno llegase.

Tal vez Jordan no se había dado cuenta de la seria expresión de la pelirroja cuando toco el timbre y ella abrió, a decir verdad Jordan extrañaba a la pelirroja después de unas semanas sin verse, dándole un fuerte beso y después borrar su sonrisa al ver el rostro de Franky.

Allison no dijo nada cuando se dio cuenta que Jordan estaba en casa, dejando que ambos menores terminasen en el salón, donde Franky miraba con entrecejo fruncido al moreno que comenzaba a ponerse nervioso.

–¿Me engañarías? –Preguntó después de un tiempo, donde Jordan con una expresión lastimera negó, tomando el fino rostro de la menor entre sus manos y seguir negado.

–No, no podría, no puedo siquiera pensar estar sin ti. –Murmuró, dejando un suave beso en los labios carmesí de la pelirroja que sonreía lentamente, casi olvidándose el porqué de Jordan en casa.

–E-entonces, –Se separó de aquel cálido tacto y miro aquellos marrones ojos, suspirando. – ¿Por qué Josh lo está haciendo? –Jordan frunció el ceño sin entender lo que decía la pelirroja. –Tyler, Tyler ha venido a comer hoy, entre lloriqueos nos dijo que Josh le está engañando.

El moreno cerró sus ojos, como si Franky le hubiese pegado o le hubiese dicho que rompían, cerró sus ojos con expresión dolida y con un leve toque de decepción, frunciendo el ceño y después pasar ambas manos por su rostro, terminando con una en su cabello estirándolo suavemente hacia atrás.

Jordan había estado al tanto de la relación de su hermano con Tyler, si no era por él mismo era por Franky que le contaba lo lindos que se veían, por un momento Jordan creyó que lo que tenía Josh era serio, que de verdad amaba a Tyler. Pero conocía a Josh, oh que le conocía.

Quería creer que lo que le decía la pelirroja era un tipo de mala broma, que el Josh que solía conocer Jordan hace años atrás ya se había ido y que lo de Tyler era de verdad en serio, y lo que ahora iba decir Francesca era que esos dos tórtolos se casarían, pero no. Aquellas palabras eran de verdad.

No dijo más que silenciosas maldiciones, sacando su móvil del bolsillo de su pantalón y comenzar a rebuscar entre sus contactos el número de su hermano, pasando una vez más sus dedos por su desordenado cabello y chasquear la lengua cuando aquel número le había enviado al buzón de voz directamente.

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Habían terminando ambos en el jardín de aquella pequeña casa, donde Franky llevaba una de las muchas sudaderas del moreno que le veía con entrecejo preocupado, mientras que el contrario miraba su móvil y terminaba con un tabaco entre sus labios, Franky hacía mucho que no veía a Jordan fumar de aquella manera.

–No contesta, ni los mensajes, nada. Yo, yo. –Balbuceó dandole otra calada al cigarrillo y parar de ver su móvil al sentir aquellas frías manos por sus mejillas, mirando a la pelirroja.

–Jordan, por favor. Para. –Le murmuró y tomó el cigarrillo, tirándolo al piso y pisarlo lentamente. –Es algo que Josh y Tyler deben arreglar, sé que fue tonto haberte invitado por esto. No deberías de ponerte así, me preocupas. –Siguió hablando sonriendo de lado y después acercarse al rostro del mayor, dejando un suave beso en su frente.

Pero Jordan de verdad se preocupaba, él sabía que Josh no era tan tonto como para terminar engañando a Tyler, ellos dos se veían tan bien juntos, tan felices.

Después de aquel día el moreno no dejo de insistir con las llamadas a su hermano mayor, dejándole largos correos de voz pidiéndole explicaciones o al menos saber si había hablado en todo ese tiempo con Tyler. Pero parecía que Josh no tenía pensado contestar ninguno de aquellos mensajes.

Jordan, después de semanas donde había tratado de tomarse todo aquello con calma y que las ganas de arrancarle el cuello a su hermano cuando Franky le contó cómo seguía Tyler de mal y triste tratarán de bajar, su teléfono había sonado varías veces, mostrando aquella foto donde Jordan y Josh estaban sonriendo debajo del nombre de aquel tintado.

–Puedo-puedo explicarlo, antes que digas algo. –Se escuchó un ronco murmullo al otro lado de la bocina.

Jordan respondió con simple sonido afirmativo, apretando más el móvil con él. –Quiero que me digas todo, pedazo de, –Suspiró, tomando el puente de su nariz y apretarlo levemente tratando de clamarse. –Esto es muy bajo Josh, hasta para ti. ¿Engañar a Tyler? ¿De verdad? Esto te lo podía perdonar cuando salías con aquellas putas-

–No lo hice, yo-yo no lo haría. –Le interrumpió aquel pelirosa, donde su color ya había comenzado a caerse y una fina capa de barba una vez más le adornaba el rostro, sin mencionar aquellas ojeras oscuras que hundían sus ojos.

– ¿Cómo puedo saber que no es mentira? –Gruñó el moreno, que ya había terminado fuera de su casa encendiendo un tabaco. –Que Tyler significa para ti lo mismo que significó Alexa o Victoria o cuantos nombres más de aquellas tipas que llevaste a casa. –Hubo un silencio en aquella línea donde hizo sonreír amargamente a Jordan. –Lo sabía...

–Es-estoy hecho mierda, –Logró decir el mayor en un leve murmullo, parecía como si en cualquier momento terminaría llorando. –Él no-no contesta nada, ni mis mensajes, ni las llamadas. Quiero que él sepa que le amo, que todos en la escuela saben que soy gay. –Jordan terminó tosiendo aquel denso humo cuando escucho las dolidas palabras del mayor y abrió sus ojos cristalinos. –Que soy una simple mierda sin él, no soy nada sin él... –No había duda ya, Jordan había comenzado a escuchar aquellos sollozos roncos al otro lado de la línea haciendo que lentamente su corazón comenzará a estrujarse.

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