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✨🌷✨

Al día siguiente le fue difícil a Tyler levantarse y ponerse de pie. No quería llamar a su madre, no quería verla igual de lastimada que él. Así que se dijo que iba a ser fuerte sólo para ella.

Cuando pudo ir al baño, cogió el único par de pantalones que tenía, eran un pantalón negro que odiaba con todo su ser, su madre le había comprado para cuando fueran necesarios. Eran necesarios ahora.

Allison se había excusado con Tyler en la mañana, donde el pequeño de apenas había podido dormir, despertándolo de su hermoso sueño donde Cameron nunca había existido y todo había sido un mal sueño, pero aquella mancha en su estómago era real y el hombre que reía descaradamente en la planta de abajo también lo era.

Tyler salió del cuarto, vistiendo aquel pantalón negro holgado y una de sus blancas camisetas, apretaba la orilla de su camiseta mientras bajaba, sintiendo una punzada cada que bajaba uno de los escalones, doblándose ligeramente cuando había llegado al último escalón tratando de no caer.

El hombre veía la tv con el volumen alto, sin darse cuenta que el pequeño castaño ya estaba en la cocina, sirviéndose lentamente un cereal.

− ¿Por qué no hay leche? −Tyler se tensó al escuchar la gruesa voz detrás de él, sus piernas temblándole ligeramente.

−N-no t... −Carraspeó, tratando de poder hablar, le temblaba la voz.

− ¿Podrías hablar bien? Por dios. −El hombre azotó la puerta del refrigerador y camino al salón. −Y espero que subas a tu habitación que no te quiero ver por aquí. −Le gruñó volviendo a su asiento y sonreír a la televisión como si no estuviera el pequeño castaño.

Tyler asintió, aun sabiendo que el enorme hombre no le veía y tomó el plato con cereales y subir las escaleras, pero por su mala suerte tropezar y tirar el plato, obviamente el estruendo y los vidrios rotos resonó por la casa.

−Eres un estúpido. −Casi gritó el hombre cuando encontró al pequeño recogiendo pedazos del plato. Tyler gimoteó al sentir uno de los pedazos de porcelana cortaba ligeramente su mano. −No seas un maldito llorón y recoge todo. −Ordenó el hombre rodando los ojos al ver que el menor estaba por llorar.

El hombre chasqueó la lengua, molesto al sonido del timbre que era tocado repetidas veces, Tyler recogía los pedazos de plato, ligeros gimoteos salían de sus labios entre el dolor de una de sus manos y el de su torso.

−Buenos días, Cameron. −El castaño levantó la mirada a la conocida voz. −Oh, ¿Necesitan ayuda? −Preguntó el padre de los vecinos del castaño al ver el desastre que Tyler trataba de arreglar.

−No es tu problema. −Gruñó el hombre, poniéndose entre la vista del contrario y Tyler, Jack frunció el ceño y dio un paso hacia atrás.

−Lo siento mucho, sólo era una pregunta. −Trató de defenderse.

− ¿Qué necesitas? −Cameron esperaba, desesperado por cerrar la puerta.

−Kate dijo que esto era de ustedes. −Dijo dándole el refractario donde la madre de Tyler había hecho el postre para la bienvenida de los vecinos.

Cameron molesto, le arrebató el trasto y cerro de golpe la puerta, su ceño fruncido y mirando al menor que ya tenía escoba y una bolsa en las manos.

− ¿Para qué mierda la escoba? Sé un hombre, recoge todo con la mano. −Le regañó, levantando el traste en el aire, amenazando al pequeño que se encogía asintiendo.

🌹

Tyler estaba en su habitación, había enredado su mano en montones de papel de baño para que la sangre dejase de salir, dejando salir un ligero puchero cuando se sentó y su pancita comenzaba a doler una vez más, aquella mancha se comenzaba a hacer más grande.

El pequeño escondió su torso otra vez debajo en su blanca camiseta que se había ensuciado un poco de su propia sangre, la puerta se había abierto después de unos gentiles golpes.

−Hola bebé. −Saludó su madre, quien se acercó a darle un beso en la coronilla al menor y asombrarse por la sangre en su camiseta. − ¿Qué sucedió? —Preguntó tomando la blanca camiseta y pasar sus dedos por la mancha de sangre.

−S-se me cayó un plato en la mañana. −Trató de hablar con todas sus ganas, dejando de lado el ardor de su estómago, Allison le miró y asintió.

− ¿Cameron no te ayudó? −Tyler negó. − ¿Por qué no lo hizo? Es un tonto...

−No. −Le cortó, antes de que se fuera. −Y-yo lo tiré, yo t-tenía que levantar, fue una pequeña cortadita. −Le enseñó su mano cubierta de papel de baño.

La rubia negó tomando la mano del menor. −Vamos a lavar esto y después a comer, ¿Si? −El castaño asintió y se levantó, y con un ligero quejido cayó en el piso asustando a la mujer.

mama saidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora