mama said

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Ambos volvían a ser la misma perfecta pareja después de aquel día, donde cortos días habían pasado pero simplemente Tyler se le veía extrañamente alejado, comenzando a preocupar a Josh que intentaba pasar los días con el castaño como fuera.

Era de mañana, donde ambos recién despertaban, Tyler había despertado mucho antes de Josh, tenía un nudo en su estómago y no sabía cómo decírselo a Josh.

Mientras que el tintado, que despertaba en aquella cómoda y suave cama del menor, bostezando sonoramente y hacer sonreír ligeramente al castaño diciéndole lo perfecto que era por las mañanas se resignó a preguntarle qué ocurría.

Tyler frunció sus labios, cruzando sus piernas en la cama esperando a que josh aún debajo de las sábanas se sentase apoyando su espalda entre la pared y la cabecera de la cama.

–Ha-hace ya unos días atrás, –Comenzó, entrelazando sus dedos y tratando de no cruzar miradas con el mayor que le escuchaba atentamente. –Una nueva carta llegó. –Explicó, enseñándole el pedazo de papel donde hasta abajo había otro papel, su color y forma era muy diferente, era un boleto de avión. –Pratt me ha aceptado. –Murmuró, por fin mirando al mayor que sólo veía aquella carta, no leía su contenido simplemente trataba de acomodar las cosas en su cabeza.

– ¿Pratt? –Preguntó, mirando al menor que asentía mordiendo suavemente sus labios notoriamente nervioso. –Eso. Eso está en Nueva York. –Dijo con ceño fruncido, levantándose de la cama. – ¿Te irás a Nueva York? –Preguntó incrédulo.

Tyler asintió nuevamente, –Ellos mandaron el boleto cuando se enteraron que era de Columbus, dijeron que mis trabajos son magníficos y hasta podría tener un departamento propio, y trabajar medio tiempo ahí mismo. –Dijo emocionado, una sonrisilla se le había escapado al imaginarse estar en aquella gran ciudad le hacia mucha ilusión.

Pero Josh no parecía pensar lo mismo, – ¿Nunca pensaste en lo qué podría haber querido yo? –El castaño frunció el ceño sin entender eso. –Arriesgue años de estudios y prácticas para volver aquí. –Levantó la voz, aquella carta se movía descontroladamente entre sus dedos. –Arriesgue todo eso sólo para volver contigo, y ahora me dices esto. ¿No crees que hubiese sido más prudente decírmelo cuando seguía allá? –Gruñó enojado, aquel repentino enojo también se le había pegado al castaño.

– ¿Allá? Donde no contestabas mis llamadas y muy apenas podíamos hablar sin que tuvieras que cortar de repente. –Respondió, levantándose de la cama y caminar a su lado, tratándole de quitar aquella carta.

–Si, allá donde moría de preocupación por ti, donde no sabía qué hacer cuando sobre actuaste al ver a aquella puta y no dejaste que te explicará algo tan insignificante. –Le respondió, su voz era tan ronca y fuerte. –Eres un maldito egoísta, simplemente pensando en ti. –Siguió, tomando con ambas manos aquel papel y romperlo en dos frente a Tyler que le miro sorprendido cubriendo su boca al inesperado movimiento.

Josh salió de ahí, sin importarle que al abrir la puerta Ruby estaba fuera mirándole con ceño fruncido, alarmándose cuando ambos ya habían comenzado a gritarse, el mayor dejó el lugar después de un sonoro azote de puerta. Mientras que Tyler había terminado sentado en la cama, mirando con ojos cristalinos aquellos papeles, no sólo había roto la carta, sino también aquel boleto de avión.

– ¿S-soy egoísta? –Preguntó a la castaña que miraba los pedazos de papel en la cama sorprendida y negó varias veces, comenzando a consolar al castaño que ya había comenzado a llorar.

Nadie había esperado aquella reacción en Josh, él había llegado a Columbus semanas atrás, donde no mencionaba nada sobre prácticas o clases como hace un año. Él, había preparado una comida donde le iba anunciar a Tyler la gran sorpresa. Había terminado ya sus estudios y podría comenzar ya a trabajar en aquel enorme e importante hospital en el centro de la ciudad, donde con aquel salario iba poder rentar un lugar más grande que, obviamente quería compartir con el castaño. Poder empezar una vida con el menor a su lado.

Pero al parecer ese plan, aquella sorpresa, todo se había echado a perder para Josh.

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