mama said

05

Había pasado una semana, Tyler y la chica de cabello negro que al parecer su nombre era algo sobre diamantes se habían hecho muy buenos amigos, sin separarse en los recesos e ir de vez en cuando a las casas contrarias.

Tyler coloreaba su tarea, le había preguntado a su profesora si toda su tarea podía tener brillitos y que fuera más colorida, claro que ella acepto.

Sintió la mano de su madre en su hombro, presionándolo suavemente.

−Cariño. –Le llamó sentándose en la silla frente a él, Tyler dejo sus colores mirando a su madre que tenía un pequeña sonrisa. –Qui-quisiera presentarte a Cameron. –Dijo señalando donde el hombre entraba, tratando de fingir una sonrisa al ver al castaño.

Tyler miró a su madre confundida. –É-él es mi n-novio, pequeño. –Le explicó acercándose al más grande y abrazarlo.

−Hey, tú debes ser el gran Tyler, pero vaya hombrecito. –Dijo dando un paso, haciendo que Tyler se levantara de la silla y se alejara. –Pero que yo no muerdo. –Dijo divertido, el castaño miró a su madre que le hacía señas para que al menos lo saludara.

El pequeño castaño tendió su mano para estrecharla con la más fuerte y grande, haciéndole daño cuando la apretó. –Bue-buenas tardes Cumeron. –Murmuró el menor, tímido y asustado, tratando de quitar su pequeña mano de las más grande doliéndole. –D-duele. –Se quejó y el hombre más grande la dejó. –Ir-iré a mi habitación, mami. –Le informo a su madre dándole un rápido abrazo y correr a su habitación.

Tyler llegó a su habitación y miró su roja mano, podía ver que los gruesos y fuertes dedos de aquel hombre se habían quedado marcados en su suave mano. El castaño nunca había tenido un padre y nunca le había preguntado a su mamá si alguna vez tuvo uno, pero algo en su interior no quería que ese señor fuera su padre y mucho menos el novio de su mami.

Por un momento quiso que Josh o la chica diamante estuvieran ahí, poder contarles que pasaba y escuchar si esto era normal.

Escuchó su puerta ser golpeada suavemente y después abrirse sin que Tyler le diera o no permiso al visitante, era aquel hombre. –Oh, lo siento. Buscaba el baño, pero creo que he encontrado la habitación de tu hermanita. –Miró al castaño que negaba.

−E-es mi habitación. –Dijo bajito, escondiendo sus manos detrás de su espalda.

−Wow, ¿También el vestido? –El menor asintió. –Pero eres un niño Tyler. Me gustaría verte de en pantalones la próxima vez que venga, ¿Vale? –El nombrado frunció el ceño, no le pudo responder al mayor y simplemente dejo sus brazos cruzados. ¿Es que nadie entendía que él no era un niño?

Al día siguiente había despertado por él sólo, su madre no lo había arropado en la noche y tampoco lo había despertado. Sin tomarle algo de importancia se aseo y vistió, tomando una de las coronitas que su madre le había dejado unos días antes y ponérsela. Sonrió a su reflejo y bajó contento, para hacer su mochila y estar listo para que su madre lo llevase.

Su madre se alistaba rápidamente, llevando la ropa del día anterior y le sonrió al pequeño con cansancio.

−Buenos días bebé. –Le saludó. –Cameron te llevara a la escuela hoy, cariño. –Dijo mientras tomaba su bolso y buscaba las llaves de su auto, el nombrado salió del salón y le sonrió al menor.

Tyler negó varias veces. –Y-yo ehm, yo i-iré con señora Dun y Josh, a-ayer me di-dijo que po-podía ir con e-ellos. –Mintió. Y tomó su mochila saliendo de ahí, tenía suerte, la madre de Josh y los dos chicos de apenas estaban subiéndose al auto, Tyler corrió y abrazó al mayor por detrás. − ¿Pu-puedo ir con ustedes? –El mayor asintió.

− ¿Tu mamá te ha dejado? –Pregunto la madre de Josh, Tyler volvió a mentir asintiendo varias veces y subiéndose en los asientos de atrás con Josh, mientras que la madre de éste y Jordan iban adelante.

El castaño no sabía si decirle a Josh en ese momento o esperarse hasta llegar a la escuela y decirle ahí junto con Marina. En todo el camino mordía sus labios y miraba al mayor quien lo miraba fijamente, con preocupación.

Habían llegado, los tres niños se despidieron de la señora mayor y Jordan se fue por su lado, mientras que los otros dos caminaban juntos.

− ¿Qué paso en tu mano? –Pregunto el mayor tomando la mano del contrario que tenía un moratón en parte del torso de su mano.

−Mami tiene un novio-

−Joshua picha corta. –Una voz desconocida para el pequeño lo había interrumpido. El niño que se les había acercado era unos cortos centímetros más bajo que Josh, le dio una mirada sin vergüenza al chico vestido de rosa. − ¿Por qué le hablas a este marica? –Preguntó divertido el chico moreno. Josh frunció el ceño, pero siguió con las risas de lo que parecía su amigo.

−Pete, estúpido. –Lo saludó con un extraño movimiento de manos. –Eh, só-sólo me preguntaba donde quedaba el baño de niñas, ya sabes sus raras cosas. –Le siguió el juego al moreno que reía sin vergüenza alguna.

−Sí, maldito extraño, regresa a tu circo. –Mustió el otro niño, empujando al pequeño castaño tambaleándose.

Tyler miraba extrañado a Josh, viendo como mordía sus labios pero después reía y también él lo empujaba. El castaño no dijo nada y dio media vuelta, para caminar a su salón con las lágrimas tratando de salir, ¿Qué más podía salir mal ya?

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