mama said

07

Pasaron unos días más, Tyler trataba de no encontrarse tanto con Josh en la escuela por miedo de que él hiciera lo mismo que antes. En su casa trataba de evadir al hombre mayor, trataba de no hablar con él y cerraba su puerta con pestillo y soportar los regaños de su madre al hacerlo.

Sus días en la escuela eran largos, algo que amaba en partes. Estar con Marina y aprender cosas nuevas, además de los halagos de su maestra cada que llevaba un vestido diferente.

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Marina no había podido ir aquel día, el día anterior le había dicho al castaño que tendría que ir con su abuela y se quedarían dos días con ella, Tyler quería ir con ella, no quería estar solo en la escuela. Pero bueno, al final termino solo en el árbol donde se sentaba con su amiga diamante.

Su vista fue obstruida por tres niños más grande que él y uno de ellos era Josh, los dos sonreían burlones, Josh no quería mirar pero tenía que estar ahí.

−Pero miren, el niñito que se cree niña. –Dijo uno, burlón. Para después quitar la corona de flores. –Oh que lindas flores. –Siguió y le lanzó la corona a Josh atrapándola en el aire. Tyler se había levantado del árbol, pidiendo que le regresase la corona.

−Quédate sentado, fenómeno. –Gruñó otro más, aventando al menor devuelta al suelo y sus ojos comenzaran a aguarse.

−Ya sabes que hacer Joshua. –Le dijeron al nombrado, quien miraba al menor mordiendo su labios y después miró a sus amigos y tiró la corona al piso y pisarla, destruyéndola por completo.

Los tres niños reían, señalando al menor y diciéndole cosas hirientes. Tyler quería salir corriendo pero simplemente no podía terminando con su cabeza entre sus piernas mojando su vestido de sus lágrimas.

El timbre sonó haciendo a aquel trio largarse de ahí y por fin dejar en paz al menor que antes de entrar a su salón fue al baño a lavar su cara.

Su madre le había dicho que entrara lo menos posible a los baños, que eran sucios y que era mejor no ir. Pero también le decía esto ya que Tyler obviamente entraría al de niñas.

No dijo más en clase, participando menos y que su maestra se diese cuenta de eso. Al salir caminó rápidamente a la salida buscando con la mirada su auto donde gracias a lo que fuera su madre lo había venido a recoger.

−Q-quiero que me vuelvas a d-dar clases mami. –Murmuró el castaño apretando su vestido en sus puños. Su madre lo miró por el retrovisor.

−Uy bebé, no puedo cariño, me han ofrecido un puesto completo en la secundaria. Pero, ¿Por qué no quieres volver? –Tyler negó, tratando de que las lágrimas no comenzaran a salir.

Su madre nunca le había dicho que no.

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