Capítulo 19

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Las palabras de mamá resuenan una y otra vez en mi cabeza, papá solo asiente sonriendo mientras tengo cara de póquer, mis ojos miran los de Bruno, me encojo de hombros por lo que mamá ha dicho, nuevamente truena el cielo aclarándose por dos segundos por un relámpago, del susto que me provocó no me dio tiempo con darme cuenta que papá en risas me abrazó y todos le siguieron su risa, pero de algo si me he dado cuenta que tengo mis mejillas rojas.

─El único que no dormirá aquí soy yo, tengo la ventaja de vivir al lado de esta casa─ habla el señor Augustos con sus brazos cruzados.

─Si lo se cariño, pero deja que el agua se aplaque un poco, para que no te resfríe─ le dice la abuela con cariño, los dos se van a la cocina sólo dejando sus sombras hasta no verse, en verdad esta pareja me parece adorable.

Llega Leonardo con un paquete de cerveza, no sé en qué momento se fue a la cocina, lo más seguro en mi momento de susto por el relámpago.

─Bueno, ya que nos quedaremos, es momento de refrescar nuestras gargantas, que les parece─ muestra su mejor sonrisa, le da una a Bruno y le veo con intención de darme una y le hago señas que no.

─Bueno, disfruten en lo que les arreglo las habitaciones.-habla mamá, luego mira hacia papá.-Robert ven a ayudarme.

─Sí señora─ dice papá antes de seguirle mientras yo al perder a papá de vista voy y me siento en las piernas de Bruno sorprendiéndolo, Leo se encuentra molestando a Samantha con la cerveza, miro a Bruno y nuestros ojos se encuentran, él se acerca para darme un beso y yo me alejo traviesa y él se ríe, vuelvo y me acerco para darle un beso y cuando él lo espera me alejo, mi risa resuena pero él muy tramposo me levanta de sus piernas y se levanta en seguida mientras me agarra por el brazo.

─Necesito que me lleves al baño, puedes guiarme─ dice mirándome, asiento confusa pensando que trama, nos alejamos y subimos los escalones hasta llegar por el pasillo de las habitaciones, escuchamos las voces de papá y mamá cantar una canción, Bruno escuchando sonríe, me detengo frente a la puerta del baño.

─Puedes entrar, te esperare abajo─ digo sonriendo pero el muy maldito me atrae a él y me besa apasionadamente mientras abre la puerta rápidamente entrándome con él, la cierra haciéndome empujarla con mi espalda, su lengua danza en mi boca y no dejo de seguirle el beso, mis manos están inquietas por querer acariciar su cuerpo, solo se escucha nuestras respiraciones agitadas por el deseo que ha surgido, sus labios besan mi cuello y sus manos acarician mi abdomen haciendo que me salga un pequeño gemido, vuelve y me besa mientras siento sus manos que buscan desabrochar mi sostén y sentir como sus manos acarician mis senos, ¡Dios mío!, cuando quiero levantar su camiseta me besa despacio y deja de tocarme, se aleja mientras me mira travieso, estamos prendidos del deseo y se detiene, eso me confunde.

─Señorita Ness, me encanta ver con sus ojos quieren más, pero te mereces quedarte así por jugar conmigo─ dice sonriendo con su respiración agitada, quisiera matarlo, fue la peor venganza, estoy frustrada él lo sabe.

─ ¡Eso no es justo!─ hablo despacio para que mis padres no nos escuchen, Bruno me mira tan divertido que me provocan ganas de pisar unos de sus pies o morderle uno de sus cachetes.

─Lo mismo digo mi amada Keyli Ness─ me dice acercándose, me da un casto beso que provoca una sonrisa en mis labios, no la pude contener maldita sea.

─Te odio─ digo dándole un abrazo.

─Me amas─ dice correspondiendo mi abrazo más fuerte.

─Déjame salir primero para que mis padres no nos vean salir juntos─ digo riendo, cuando salgo tengo que cerrar la puerta rápido.

─Cariño, ¿De qué te ríes?─ me pregunta mamá con sus cejas levantadas mientras sonríe.

Amor DecididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora