Capítulo 37

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Me sorprende mi aptitud en cuanto camino unos pasos hasta detenerme en lo que es la celda de Jeick. Es como si mi mayor miedo se quedó al otro lado y eso hace que mi interior sienta esta confianza en mi misma que no podría explicar. No imaginé que algún día estuviera aquí visitando a una persona no grata, eso te dice mucho que la vida siempre te sorprende al dar muchas vueltas.

En el preciso momento que enfoco mi mirada en el que todavía no se percata de mi presencia, mantengo la compostura cuando hago un caraspeo para llamar su atención. Este lugar sin duda le da el toque a Jeick para decir que es un psicópata, está más delgado que la ultima vez que lo vi, tiene el cabello mucho más largo haciendo que muchas de sus hondas castañas se posen en su frente y ni se diga de su barba, esta muy crecida lo que le hace tener un aspecto muy descuidado.

Ver esta versión a como era antes, te sorprende muchísimo. Cuando sus ojos me ven con suma sorpresa y se posan directo a mis ojos, siento un escalofrío recorrerme aunque mantengo mi compostura, alejando todo tipo de miedos que puedan abrazarme completa y seguro impidiendome el habla.

Odio la sonrisa genuina que me da e incluso ese brillo en sus ojos de que me indica que está muy feliz de verme como a la vez sorprendido. Trago en seco cuando se pone de pies y se acerca a las rejas, lo que me hace dar unos pasos hacia atrás para evitar toda esa vibra negativa que viene de su persona. Siento asco y repulsión mientras lo miro, lo que le hace darme una mirada recelosa.

-Mi Keyli- dice con ternura lo que hace que haga una mueca.

-No soy tu Keyli- le digo molesta.

-Que bonito es volver a verte- es el primero en romper el tortuoso silencio, le miro con todo el odio que he sentido en todos este tiempo.

-No opino lo mismo- espeto con suma molestia, me da una sonrisa ladeada.

-Sigues siendo muy ruda, eso siempre me ha encantado- me expresa sin titubeos- Pense que no vendrías a visitarme- me dice y le miro con odio.

-No te creas importante, hace mucho dejaste de serlo- le digo muy segura, lo que su mirada transmite es pura sorpresa ante mis palabras- No sabes cuanto te odio, te convetiste en mi maldita pesadilla en persona... ¿Cómo pudiste hacerme algo como eso?, ¡QUE DIABLOS TE PASÓ POR LA CABEZA!- le grito sin poder evitarlo, es como si necesitara expulsar todo lo que he estado pensando en cuanto a el directamente- Te lo digo ahora, te metiste con la persona equivocada, todo lo que un maldito demonios estes jugando e inclusive desde aquí te juro que te lo devolveré con creces- le apunto con mi dedo índice con enojo.

- ¿A qué te refieres con lo de jugar?- me pregunta haciéndose el inocente- Porque de jugar lo hago de muchas maneras- dice sin más, no negando nada lo que en realidad me deja entuperfacta. Me rio con ironía y no sabría decir si por la sorpresa que Jeick en serio no se desde cuando se convirtió en otra persona o por el hecho que su afirmación me dejó algo recelosa.

-Quiero que me digas, ¿Quién rayos está involucrado contigo para jugar a asustarnos?- le pregunto aunque se muy bien que seguro no dirá nada, pero nada cuesta con intentar.

-No sabes cuanto te amo, y lo hermosa que estas me deja muy muy maravillado, es increíble que nunca te diste cuenta que tenías mi puto corazón en tus manos y lo apretaste tanto hasta convertirlo en esto- se señala completo, en sus palabras se persive mucho el resentimiento por no corresponderle, lo que en una pequeña parte me siento muy mal, no por no corresponderle con el amor de esa manera, si no porque siento culpa que quizás el se convirtió en esto por mi causa.

-No vine hasta aquí para escuchar tus palabras vacías- le digo con dureza- Quién ama y quiere ser escuchado lo dice, tu en cambio te convertiste tu mismo por ser un maldito cobarde en todo, y cuando digo en todo me refiero a no ser claro desde un inicio y por tratar de forzarme a hacer tu mujer a la fuerza- le expreso sin titubeos, que hasta me sorprende las palabras que salieron de mi, porque ellas mismas me hicieron sentirme en paz cuando dije que no soy la culpable de lo que el es- Te quería como a un hermano y mira como me pagaste.

Amor DecididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora