Capítulo 32

1.1K 58 4
                                    

Más tarde en la salida de la clínica, Keyli sorprende a su familia diciendo que quiere ir a su apartamento, y obvio su familia no está de acuerdo, esto está en un completo debate. Hace media hora despedí a Santiago y a Michelle y ahora estoy viendo como todos hablan a la misma vez mientras Keyli deja que al menos se normalice la conversación sobre esta elección de no ir con ellos a su casa de infancia.

─Familia, podrían por favor dejar que explique por qué─ hablo, todos hacen silencio avergonzados, no dejo de tener mi mano entrelazada con Keyli.

─Sé que están preocupados, pero estaré bien...quiero estar en mi apartamento, podrían por favor aceptarlo, la vida sigue y tengo un trabajo como responsabilidad que espera por mí, estoy bien─ habla con voz cansada.

─Hermana, no estoy de acuerdo, no vas a estar sola en ese apartamento─ expresa Leo con molestia sobre la terquedad de su hermana.

─Keyli, piénsalo bien─ ahora es Sammie quien le habla.

─No estará sola si decide estar en el apartamento─ hablo con seguridad, muchos ojos caen sobre mi, y cuando digo todos, es incluyendo una Keyli con los ojos bien abiertos, vaya, ahora esto se vuelve interesante por abrir mi boca, pero de ninguna manera me quedare callado, tampoco voy aceptar que Keyli este sola en su apartamento. Desde que la conozco sé que es muy terca y le gusta ser independiente, pero esto es una situación en la que no puede darse el lujo de tomar decisiones cuando fue secuestrada y todavía esa persona no ha entrado a juicio y más que Santiago nos dejó dicho que puede haber un cómplice, la idea de que alguien más este libre, me aterra si intenta hacerle daño.

─Bruno... ¿Qué tratas de decir?─ me susurra mirándome con los ojos bien abiertos, miro a los demás y veo que Leonardo tiene una sonrisa divertida e incluyendo la señora Carmen.

─Que me quedare contigo para cuidarte, no estarás sola en tu apartamento─ le digo mirándola fijamente a los ojos.

─ ¡Vaya que hombre!─ exclama la señora Carmen sonriendo antes de sentir una nalgada en mi trasero, aclaro los ojos sorprendido.

─ ¡Mamá!─ chilla Camille riendo.

─No─ escucho a Keyli decir.

─Si vuelves a decir la palabra "no", te aseguro que voy a contratar dos guardaespaldas─ le digo decidido.

─Me parece buena idea─ me apoya Robert─ Hija, sé que eres igual que tu padre de terca, pero somos tu familia, no podemos ni queremos que volvamos a cerrar los ojos y luego estés desaparecida comprendes con un maldito loco depravado, no quiero siquiera en pensar en eso, por favor decide, pero cuando te hablo que decidas, me refiero a que no estés sola─ termina por decir sin dejar de mirarla preocupado.

─Está bien─ dice agotada.

─Bien, pues nos iremos a tu apartamento, te hare una deliciosa sopa que no podrás rechazar aunque quisieras─ le habla Carmen con una sonrisa cálida mientras nos dirigimos a los autos. Le hago saber a Keyli que iré a resolver algo, que nos veremos dentro de una hora, me subo a mi auto y arranco destino a la policía, cojo mi celular y le marco a Santiago, este no duda en responder.

─Dime─ responde.

─Voy en camino, ¿Estás ahí?─ pregunto deteniéndome por el semáforo que marco color rojo.

─Lo estoy, espero que no vengas muy molesto o te encerrare aquí─ me advierte, me conoce muy bien que es difícil contradecirlo.

Pues te recomiendo que acondiciones una para mi querido Santiago─ le digo cuando pongo el carro en marcha y cuelgo la llamada.

Amor DecididoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora