Amor Decidido

Capítulo 21

Le avisé a mamá sobre lo sucedido del papá de Bruno, ella habló con Bruno  por celular, quiso venir a verlo pero también se encuentra indispuesta, otra preocupación agregada a la lista, al otro día temprano antes de venir al hospital fui a verla, la dejé durmiendo después de hacerla tomarse sus medicamentos. El señor Robinson está desesperado por irse a su casa, no le gustan los hospitales, Bruno tuvo que ir por el doctor, porque su padre no deja de quejarse en espera que le den de alta, le digo que no se estrese que eso puede hacerle daño, que pronto estará en su casa, es la misma situación que paso siempre con mamá cada vez que está hospitalizada.

─Ya sé a quién salió Bruno terco─ le digo sonriendo, me mira sonrojado.

─No es a mí si a eso te refieres, es que odio las clínicas─ se queja.

─A nadie le gusta, pero gracias a eso, estás vivo─ se queda pensativo.

─Es cierto querida, estoy siendo malo agradecido─ se ríe un poco y le sonrío.

La puerta se abre con Bruno y Christy,  ella se acerca a pasos firmes, le doy espacio para que pueda atenderlo.

─Señor Robinson, me ha dicho un pajarito que quiere irse a su casa─ le habla simpática, él no contesta─ Por favor siéntese un poco─ le hace sentarse para luego verle ponerle el pecho descubierto y ponerle el estetoscopio en el pecho. Bruno y yo no dejamos de estar atentos─ Sus latidos hasta ahora están normal─ nos dice quitándole el estetoscopio del pecho, sonrío feliz hacia mi suegro extendiendo mi pulgar hacia arriba, lo cual me devuelve en aprobación.

─ ¿Puedo irme?─ le pregunta esperanzado.

─Por supuesto, le voy a dar el alta─ le contesta─ Le di a su hijo la receta de los medicamentos que debe tomar, no puede pasar de horas para tomarlos, es peligroso para su salud─ ella mira a Bruno.

─Pienso contractar una enfermera para que esté pendiente de él─ dice Bruno entrando sus manos a sus bolcillos descansando en ellos, veo como su padre aclara los ojos mirándolo.

─No es necesario, puedo cuidarme solo─ se queja molesto.-no tienes que hacerlo.

─No es necesario tener a una enfermera todos los días para eso─ dice Christy, veo como a Robinson se le iluminan los ojos al escuchar eso─ Puedo ir a verlo cada dos días a la semana─ no solo yo abro los ojos de par en par, si no también Robinson, sus ojos ya no están iluminados, están decepcionados.

─Christy no tienes por qué hacerlo─ le dice Bruno igual de asombrado, no se porque esto me hace pensar que algo trama esa mujer, si no demostrara que le gusta Bruno, a mí no me importaría que esté cerca de él, pero ya veo que esta idea de la enfermera la cogió como la mejor fortuna, sus lo demuestran, trato de no pensar, no quiero ser una exagerada, quizás no sea así, solo quiere cuidar el padre de Bruno. Es lo único que quiero meterme en la cabeza, pero mi subconsciente me dice a gritos problemas.

─Puedo hacerlo y lo haré, estaré pendiente hasta que esté mucho mejor─ le dice de oreja a oreja.

De camino a la mansión del padre de Bruno, el está en el asiento trasero durmiendo, se nota que está muy agotado de la clínica, solo voy en silencio, de solo pensar en la sonrisa de oreja a oreja de Christy siento que quisiera hablar con ella bien claro, estoy un poco pensativa. No tengo derecho a opinar nada que ni Bruno se ha dado cuenta del coqueteo, primero está la salud de su padre ante todo, no quiero hablar sobre que no estoy de acuerdo que ella venga a cuidar a su padre, es algo ridículo e inmaduro de mi parte.

Logramos acostarlo en su cama cuando llegamos, la servidumbre de la casa nos ayudó en varias cosas, en la cocina pido un vaso con agua, me siento un poco agotada, no e dormido bien, y también e tenido que estar pendiente de mamá, siento que alguien me abraza por detrás y besa mi mejilla.