Amor Decidido

Capítulo 38

-Cariño- me habla papá mientras me como un bocadillo junto con mamá y la abuela en la cocina, el está mirando por la ventana frunciendo el ceño.

-Dime papá- le digo.

-Creo ver a un hombre en un auto mirando hacia acá, que extraño- nos dice, suspiro al mirarle.

-Tranquilo papá, es un policía- le digo y todos me observan curiosos, Leo entra en la cocina cantando una canción y me quita mi bocadillo de la mano para comerlo, le miro mal.

-Te amo hermanita- me dice inocente al besar mi mejilla.

-Hija que tiene que estar haciendo un policía mirando hacia la casa- dice papá sonando preocupado, Leo al escucharlo se pone tenso al mirarme.

-Tienes algo que decirnos cariño- la que habla es mamá al retirar mis hondas de cabello de mis hombros y se me queda viendo incómoda.

-Tengo algo que decirles- le digo al tomar un poco de jugo de china.

-Ya empiezo a preocuparme- me dice la abuela llegando hasta mi lado.

Les cuento todo sobre el acoso y sobre la visita que le hice a Jeick, se podría decir que los que estaban más molestos y diciendo muchas palabras no aptas para menores de edad eran papá y Leonardo. Sabía muy bien que iban a ponerse muy protectores y preocupados. Por esa razón también les expliqué sobre el policía quién se encuentra supervisando cada lugar que voy. Hace dos días que Bruno y yo tenemos detrás literal de nuestra espalda aun policía.

- ¡Esto es increíble!, voy a estrangular a ese desgraciado de Jeick- dice furioso Leo.

-Calmate hijo- le calma mamá y el se tranquiliza un poco al recostar su espalda de la pared libre.

-No se preocupen, saldremos de esta- le digo con una pequeña sonrisa que por alguna razón ellos confían. Mamá hace que la mire, está con ese brillo en sus ojos de amor, a pesar que todo esto esté pasando en mi vida, no quito el hecho que me siento muy tranquila y feliz de que mamá esté mucho mejor, que siga estando fuerte contra el cáncer. Que a pesar que aveces a caído de muy bajo ánimo y siendo algo pesimista en cuanto a su recuperación, me alegra y enorgullese que esté ahora con esta mentalidad fuerte y optimista.

-A pesar que estés ahora mismo en una tormenta, recuerda que es lo que te mantiene firme para confiar- me susurra sincera y se en sus ojos a que se refiere con esas palabras que de alguna manera me hacen sentirme muy bien- Has sido lo que conozco como la persona más persistente y optimista, me preguntaba de quién habías heredado esa fortaleza hasta que pensé en alguien- me dice soriendo orgullosa, pareciera que ahora somos las únicas en la cocina.

- ¿De quién mamá?- pregunto con ganas de saber, me acaricia la mejilla.

-Tu difunto abuelo- me responde y le sonrío.

-Y eso es cierto- habla la abuela- Era un testarudo pero siempre lo veías optimista aunque viera como todo se volviera un hilo enrredado sin saber donde lo iba a desenrredar- eso último nos dio risa a todos.

-Seguro se tiraba muchos gases- dice Leo divertido.

- ¡Ni lo digas!, según el eran las habichuelas- dice mamá riendo, la verdad me encanta cuando tenemos este tipos de conversaciones que nos hacen despejarnos.

- ¿Quién gusta café?- pregunta la abuela, todos levantamos las manos en respuesta.

-Quién se reciste a no tomar café- dice papá sonriendo poniendose de primero para recibir el café.

-Nadie se reciste a eso- afirmo al parmeal el mesón en respuesta.

-Todos son unos viciosos- dice mamá al rodar los ojos.