Capitulo 20

667 35 4
                                    



Sophi

No podía resistirme a los besos de Travis y eso era peligroso, tal vez piensen que soy una masoquista, pues déjenme decirles que tal vez si lo soy, bueno, no lo soy conscientemente, mi cuerpo es el masoquista porque reacciona a las caricias y a los besos de Travis, no es que haya besado a muchos chicos, en mi defensa solo he besado a Mark, bueno Mark me besaba y yo lo permitía, pero cuando me di cuenta lo mujeriego que era no deje que me volviera a besar, pero con Travis la sensación es diferente, porque a pesar que se que es un maldito mujeriego y que me trata mal en la escuela mi cuerpo lo desea. Gracias a Mike pude salir sin ningún problema de casa, pero a cambio tengo que ayudarlo cuando él se quiera escapar, aunque no me importa en lo absoluto a que se dedicara en ese momento, por ahora deje a Mike con mis amigas en el departamento de la hermana de Jess, ojala no se les ocurra ir a ningún lado.


Nuestros padres seguían diciendo que debíamos pasar tiempo juntos y eso no lo iba a cuestionar, porque si en algún momento me oponía ya no me dejarían salir y las visitas serian en casa y joder no puedo perder la oportunidad de salir, después de todo quiero seguir en las carreras ilegales y si Mike es algo de ayuda, pues no importa lo que haya que hacer.

— Vamos a mi habitación, la cama es mas cómoda — dijo Travis besándome el cuello.

— No, no vine a tener sexo contigo, vine para que habláramos — dije cortante.

— ¡Joder Carter!, llevo mucho tiempo sin sexo y eso me pone de mal genio — bufo enojado, y este que cree, no le permitiré que me trate como a las otras.

— Ese no es mi jodido problema, yo no vine aquí a tener sexo — espete y gire la cabeza.

— Si no viniste a tener sexo, que por cierto no me importaría, ¿a qué mierda viniste? — pregunto enojado, bravo ya se enojo el cabron.

— A recuperar mi anillo — conteste.

— Oh, solo por eso viniste — dijo besando mi cuello, joder que no haga eso, cerré los ojos y escuche una risita cerca de mi oído.

— Si, solo a eso — dije girando mi cabeza para verlo de nuevo a los ojos — y si te molesta, dame el anillo y se acabo esto.

Travis frunció el ceño, me soltó las manos y se levanto molesto.

— ¡Jodidamente no!, esto no se acaba, porque yo no quiero que se acabe — dijo apretando las manos en forma de puño, sus ojos se oscurecieron y apretó la mandíbula.

— Estas loco amigo, deberías calmarte un poco — dije sentándome en el sofá — joder Travis, solo dame el maldito anillo para poder irme. — exigí.

— No lo voy a hacer hasta que arreglemos esto que tú intentas terminar — se acerco, me agarro por los muslos y me subió a su hombro caminando al segundo piso, no por favor no.

— Travis deja de comportarte como un niño al que le negaron un dulce — bufe enojada, ya me estaba sacando de quicio, pero esto era mejor a sentir otras estúpidas cosas que podrían terminar poniéndose en mi contra.

— Nunca me negaron un dulce y tú no me estas negando mi dulce, solo estás jugando a ponerlo más alto y si lo alcanzo me lo comeré — dijo con voz divertida — el problema es que yo soy más alto que tú y lo alcance muy rápido.

Esto tenía que ser una maldita broma, no podía terminar de nuevo en su cama por mi bien y por el bien de mi corazón, porque seguro esta mierda que siento en estos momentos en mi pecho no puede ser solo mi respiración entrecortándose, y no pienso averiguarlo.

Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora