Lean la nota al final.
Sophi
— Yo me voy a bañar y tú — dije señalándolo — iras a comprarme pizza. Tengo hambre y nadie quiere traerme pizza.
— Lo sé, escuche a tu madre prohibirle a cualquiera que te la comprara. No sé por qué, pero creo que se debe a algo de una dieta que menciono la doctora — dijo rascándose la nuca.
— Pero tú, no eres cualquiera. Supongo que no habrá problema con eso ¿verdad?— pregunte caminando hasta el armario — además, se supone que no deberías estar aquí.
— Si, se supone — dijo acercándose y agarrándome de la cintura — pero si hubiera seguido esperando, no estaríamos ahora haciendo planes para comer pizza.
Me dio un beso en el cuello y me pego a su pecho. En realidad estaba asustada, tenía un miedo que me hacía temblar y no entendía porque, tal vez muy dentro de mí, había algo que me decía que esto no iba a salir nada bien, que darle una oportunidad a Travis tal vez era un error. Pero aun así, ya había decidido darle una oportunidad, aunque todavía tenía dudas, pero podíamos empezar de nuevo, ir despacio y así conocernos mejor. Porque desde el principio todo entre nosotros fue mentira y me refiero a lo que hablábamos, porque creo que los sentimientos que existieron de parte de los dos fueron reales. Tan reales, que siento dolor en mi pecho, de solo pensar que Travis puede irse lejos y dejarme. Que tal vez en el futuro me reproche que este bebe no puede ser suyo y eso me dolería mucho.
— No pienses en ello — dijo girándome para que nos miráramos a los ojos. Agache la cabeza, no tenía fuerza en este momento para encararlo. Tomo mi barbilla con sus dedos y levanto mi cabeza — se en que estas pensando, Sophi. Y no, no voy a reprocharte nada. No voy a quererlo menos cuando tengamos más hijos...
—¿Quieres más hijos? — pregunte nerviosa.
— Claro que quiero muchos hijos. Este es el primero de cinco que vamos a tener — dijo y me dio un beso corto en los labios — y como te dije antes. Este bebecito — dijo poniendo su mano en mi vientre — es mío sin importar nada. Es solo mío y te prohíbo que algún día tú, me digas lo contrario.
— Podemos hacer una prueba de ADN, para estar seguros — dije titubeante y Travis me soltó de forma brusca.
—¿Eso es lo que quieres?, ¿evidencias para alejarte de mí? — pregunto molesto. En su mirada podía distinguir dolor y tristeza. Esa no era mi intención, solo quería saber la verdad, necesitaba saberlo — porque si es así, dímelo de una jodida vez. Así no me hare ilusiones desde ahora.
Me quede callada. Sentí mi pulso acelerarse y me faltaba aire. No podía creer que él, pensara eso de mi. Cuando decidí perdonarlo, después de decirle que lo amo. Y no, claro que no quería evidencias para alejarlo de mi. Quería a Travis a mi lado. Lo necesitaba.
Mientras Mark me tuvo secuestrada y me dijo todas esas cosas sobre Travis, lo odie. Odie haberlo conocido y mas odie haberlo amado. No podía creer que el amor hiciera tanto daño cuando lo describen como algo hermoso. Y me di cuenta que nunca hablamos con la verdad. Desde el principio la relación que teníamos estaba destinada a acabar en desastre. Después llegaron las fotos y me rompí completamente. Me prometí a mí misma, que si algún día, lograba escapar, jamás volvería acercarme a Travis. Que lo odiaría con todo mi corazón. Pero cuando lo vi de nuevo, cuando me beso y no me resistí, me di cuenta que jamás podría dejarlo de amar, que mi amor por él, seguía intacto en mi interior, aunque lo negara frente a mis amigas y aunque me lo negara a mí misma. Y también comprendí, que Travis, sería el único que podía sanar mis heridas. Así que conocía la respuesta a eso. No, no quería alejarlo de mi.
ESTÁS LEYENDO
Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)
Novela JuvenilTravis Shaw es un mujeriego que no le importa lastimar a ninguna mujer, hace apuestas con sus amigos sobre que chica llevarse a la cama, solo las usa por una noche y las tira como si fueran objetos inservibles, esto le divierte y se jacta de ser el...