Capitulo 36

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Sophi

Adam no ha dejado de mirarme de reojo desde que nos montamos en su auto, y la razón era muy simple. Él me había visto el sábado en la noche y estoy completamente segura que debe estar pensando si debe preguntarme o no. Porque seamos honestos, esa sería la única razón por la que acepto llevarme al departamento de Jess. A parte de que olvide ponerme mis gafas.

— Se que no es de mi incumbencia, pero quiero preguntarte algo.

— Que quieres saber.

— No quiero que tomes mal mi imprudencia, pero desde que te vi en la parada de autobús no he dejado de pensar en eso, ehmm... sé que no debe ser de mi incumbencia, pero me preocupo por ti, y no de la manera que piensas, es mas como... emm una preocupación de amigos, no sé si me entiendes — dijo trabándose un poco con las palabras. Estaba nervioso y yo sabía muy bien que no había terminado de hablar por la forma de apretar el volante. No sé que se traía entre manos, y mucho menos cuando dijo que se preocupaba por mí, eso era nuevo, aunque una vez me defendió de Travis, pero pensé que solo lo hacía porque si, no porque le preocupara.

— No sé qué decir a todo eso, Adam. Pero lo que quieras preguntar solo suéltalo y acabemos de una vez con lo que sea que tengas rondando en la cabeza.

— Esta bien, voy a ir al grano. ¿Fuiste a la fiesta de Kyle el sábado?.

Lo sabía, sabía que iba a preguntar sobre eso. Pero no podía decirle la verdad, así que tuve que mentir. Porque todo ese discurso de antes me dejo un poco confundida.

— No, sabes muy bien como son mis padres.

— Te vi ese día, Sophi, no tienes porque mentir.

— ¿Por qué mentiría?, ya te dije que no fui, punto.

— Entonces debes tener una hermana gemela perdida, porque la chica que estaba con Travis era igualita a ti — espeto.

— Una chica igual a mí y estaba con Travis, ¿estás seguro que viste bien?, ¿por casualidad has ido al oftalmólogo? — pregunte con sarcasmo — de noche las cosas se ven diferentes, y según lo que me conto Jessica, era una fiesta temática, oh que digo temática, prácticamente era de disfraces, pudiste confundirla conmigo fácilmente.

— No soy tonto, el sábado no me di cuenta porque tú siempre usas gafas y llevas el cabello suelto cubriendo tu rostro, pero estoy muy seguro ahora.

Oh joder, se me olvido ponerme las gafas, soy una completa idiota.

— Como sea, en todo caso no era yo. Además, sabes muy bien que tu amigo me detesta — dije y no era mentira, en estos momentos Travis debía estar detestando todo lo que tuviera que ver conmigo, estoy muy segura de eso — no tendría mucho sentido, ¿no crees?.

— Sé lo que vi, pero si no quieres contarme está bien.

Seguimos un rato en silencio y no pude dejar de pensar en Travis, donde podría estar en estos momentos, y sobre todo con quien. Eso hacía que mi corazón doliera, y no podía dejar de pensar que haría cualquier bajeza con tal de hacerme daño.

De solo pensarlo las lagrimas se me escapaban, maldición, eso no podía estar pasando. Travis no podía irse con otra chica, Travis es mío, y sea como sea lo voy a recuperar. Sin importar lo que tenga que hacer. Y con respecto al idiota de Mark, se va a arrepentir de haber nacido.

— Hace rato te hice una pregunta y no fuiste sincera, te la vuelvo a hacer, ¿Por qué estabas y estas llorando?.

— Ya te lo dije, no es nada. No te preocupes.

Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora