Capitulo 46

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Leer la nota al final.

Jess

Todo esto que Sophi nos había contado ha sido horroroso, no sé si yo lo hubiera soportado. Tal vez sí, pero recordando cuando el imbécil de Kyle casi abusa de mi con su amigo y me sentí perdida, la respuesta es no, no lo hubiera soportado.

No podría reírme ni mucho menos hablar normal con las personas que vinieran a visitarme, y estaría llorando todo el tiempo. Sé muy bien que aunque Sophi se vea débil por fuera, por dentro es muy fuerte y eso es lo que siempre he admirado de ella. Cuando nos conocimos en la primaria, pensé en molestarla porque se veía débil, creía que podía intimidarla y ser la dura del salón de clases y tal vez de la escuela, pero me sorprendí cuando me mando a la mierda y me dijo que no estaba dispuesta a soportar que también le arruinaran la vida en la escuela, y en ese momento supe que teníamos algo en común, porque desde niña mis padres no me ponían atención y solo me daban obsequios o dinero para que no los molestara. Pensé que mi vida era horrible. Muchas niñas tenían a sus padres, reían con ellos, y yo no tenía eso.

A sí que en lugar de molestarla decidí que podíamos ser amigas y compartir un poco de nuestras vidas. Fue una gran decisión. Después unimos a Vanesa. La rara, desde siempre ha sido rara y eso nos gusta. Pero sobre todo nos gusta su forma de ver a las personas que están a su alrededor, como si fueran de su propia familia. Claro que no trata a todas las personas de la misma forma, solo a las que son importantes para ella y para sus amigos.

— Creo que lo mejor es que descanses, Sophi — dijo Vanesa. Hemos estado aquí todo el día y aun así ella sigue pidiéndonos que no la dejemos sola. Y no porque se sienta asustada, solo es para evitar que Travis entre a la habitación. Ya nos lo había dicho mil veces, que no quería verlo. No comprendo bien la razón, pero no quería seguir preguntando. Porque eso sería hacerla recordar todo lo sucedido — debes descansar.

— He descansado suficiente, aunque drogada por un maldito sicópata, pero lo he hecho — contesto Sophi sin apartar la vista de su brazo derecho, el que tiene enyesado. Hace como una hora que lo ha estado mirando. Había estado metiendo sus dedos para rascarse, dijo que tenía comezón y si no se rascaba iba a enloquecer.

— Deja de rascarte mujer, vas a acabar fracturándote los dedos — dije tratando de no reírme.

— ¡No es mi culpa que esta mierda me produzca comezón! — grito y nosotras solo reímos.

— No puedo creer que no seas capaz de quedarte quieta, es solo comezón, Sophi. No te va a salir sarna o algo parecido — dijo Vanesa agarrándole la mano — pero si puedes arrancarte la piel si sigues haciendo eso.

— Que te den — mascullo Sophi con mal humor.

Vanesa y yo nos miramos y comenzamos a reír, definitivamente Sophi no va a cambiar a pesar de lo que le ocurrió.

— Hemos estado hablando mucho sobre todo y sobre nada — dijo Vanesa — ya nos reímos de tus fallidos intentos por rascarte el brazo y tú, nos has mandado a la mierda varias veces, pero ahora hay algo que es realmente importante. Algo que no puede esperar y eso es una conversación que tienes pendiente con Adam, con tu madre y con Alexander.

— Ya les dije que por ahora no quiero saber nada de eso — dijo Sophi y se recostó con mucha dificultad en la cama — tal vez en unos días, donde no sienta deseos por patear a todos los hombres del mundo.

— Si eso pensé — dije sin mucho ánimo. Desde hace una semana que supo la verdad acerca de quiénes eran sus verdaderos padres, no ha querido saber nada de eso, parece reticente a hablar de ese tema — pero en algún momento tendrás que hablar con ellos.

Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora