Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)

Capitulo 51

leer la nota al final.

Sophi

Semanas antes

Me sentía mareada y no podía mover las extremidades. Había estado tratando de vencer la droga que Mark me inyectaba. Pero no podía, no sé si el muy cabrón cada vez subía un poco la dosis, pero era suficiente para que me venciera y perdiera fuerza. Esto era una completa mierda. No sé como carajos había terminado en esta maldita situación... esperen, si lo sabía, no podía negar que era verdad lo que había sucedido ese día. En este momento lo único que quería, era poder escapar. No los intentos de escape que tuve no sé... algunas veces. Ya no recuerdo muy bien, ni siquiera se cuanto tiempo ha pasado. Lo que sí recuerdo, es que Mark frustro mis escapes y ahora entiendo porque Mark subió la dosis de la droga.

Escuche la puerta abrirse y me puse alerta, bueno, lo mas alerta que la jodida droga que me inyectaban me dejaba estarlo. Lo bueno era que hoy no me habían atado y lo agradecía un poco, aunque lo que de verdad agradecería, era que me dejaran libre. Mark no tenía derecho a tenerme aquí a la fuerza. Es un maldito sicópata, si no estuviera tan drogada todos los días, ya lo habría golpeado hasta matarlo.

— No sé porque hacen esto, pero estoy segura que no está bien — dijo la voz de la chica que venía a darme de comer. Al principio me resistí y no comía nada, que estupidez. Si quería escapar necesitaba fuerzas, y si no recibía bocado alguno, escapar se convertiría en una ilusión .

— Solo cállate y entra sin hacer tanto ruido — dijo una voz de hombre que yo conocía, la había escuchado varias veces cuando iba con mis amigas a la casa de Mark — limítate a hacer tu trabajo, no quiero problemas, ni tampoco que te lastimen.

No la calles y sigue su consejo. Ayúdenme. Quería hablar y pedirles ayuda. Pero mi voz no salía. Sentía un nudo en la garganta y la lengua me pesaba. Después de mis intentos de fuga frustrados, Mark no dejo de drogarme, lo hacia todos los días. Al principio creo que lo hacía día por medio, pero no lo recuerdo muy bien. No soportaba estar en este sitio, quería volver a casa, prefería mil veces los malos tratos de Savana a lo que Mark estaba haciendo y lo que más asco me daba, es que se aprovecho de que estaba drogada e indefensa para abusar de mi.

— Lo sé, callada y trabajadora. Es lo que dijo Mark — volvió a hablar la chica. No por favor no le hagas caso, ayúdame — no puedo creer que lo ayudes a hacer esto.

— Ya sabes que paso la vez que intente hacer entrar en razón a Mark — replico el chico.

— Te golpeo fuerte y me tuvo encerrada sin comida por dos días — contesto la chica. Estúpido Mark. Saliéndose con la suya cuando se lo propone. Si no me hubiera puesto como loca ese día en las carreras y no me hubiera embriagado no estaría en este lio, claro que Travis también ayudo para que me atraparan. Lo detesto, más de lo que detesto a Mark.

— Entonces limítate a hacer tu trabajo, ya te dije que no quiero que te lastimen — sé muy bien a que se refiere, yo tampoco querría que lastimaran a alguien que aprecio.

— Pero a ella si la pueden lastimar ¿verdad? — cuestiono quejándose la chica.

— Solo cállate y ayúdame a levantarla — sentí que unas manos me sujetaron por los hombros con cuidado y luego estaba sentada en la cama. Mi cuerpo no me respondía como yo quería que lo hiciera, así que no podía intentar un nuevo escape.

— Voy a arreglar la mesa y la sill...

— ¡Jodidos demonios, ayúdame aquí!. ¿Por qué crees que vine en este momento? — pregunto el chico con molestia en su voz.

— ¿Para darle de comer? — dijo la chica en voz baja. Pero se escucho mas como una pregunta.

— Mark no está y se llevo a unos de sus hombres — respondió el chico. Eso eran buenas noticias, si pudiera moverme intentaría escapar sin dudarlo — dejo algunos pero esos no son problema, ellos solo están vigilando que nadie entre o que la policía no se acerque mucho. No sé que está tramando Mark, no es de mi incumbencia, pero deje unas pistas para que vengan por ella y les vamos a facilitar la tarea.