Travis
Corrí lo más rápido que pude en cuanto me baje del auto. Tenía que ser una jodida broma. No podía perderla, no ahora que estábamos bien y no habían secretos de por medio. Bueno, no de mi parte. Porque sabía que Sophi, seguía dejando que Tara entrara a la casa, y según ellas dos, yo no sabía nada. Bueno, Sophi creo que sospechaba que si sabía. Pero eso era lo que menos me importaba en este momento. Lo que de verdad me importaba era saber que estaban bien.
Entre a la clínica que me había dicho mi padre y me encamine a la recepción. Necesitaba información para saber donde se encontraban en este momento. No podía perder a ninguna de las dos.
En recepción, se encontraba una rubia, alta, de ojos marrones claros. Como le gustaban a Jack. A mí también, pero ahora lo único que necesitaba era información y no mirar si la zorra que me sonreía estaba buena o no.
— Señorita, necesito información sobre una paciente — dije de forma rápida enredándome con las palabras.
— ¿Cuál es el nombre de la paciente? — cuestiono sonriendo. En serio que iba a terminar golpeando algo si me retrasaba más de la cuenta.
— Sophi Smith.
— ¿Es familiar de la paciente? — pregunto arqueando una ceja y mostrándome una sonrisa coqueta. Si fuera el Travis de antes, seguro me hubiera follado a esta zorra sin miramientos, pero solo pensar en eso me daban nauseas. A la única que quería en mi cama era a Sophi.
— Es mi prometida — respondí con un gruñido. Ya empezaba a cabrearme más de lo que estaba.
La sonrisa se le borro e hizo una mueca. Pero se recompuso de inmediato y volvió a sonreír de la misma manera. Estaba loca si creía que iba a caer en eso, tal vez si lo hubiera hecho antes, pero ahora la única que hacía que mi libido despertara, era Sophi.
— Espere un momento — dijo y se puso a teclear en el computador.
No podía esperar, necesitaba saber ya mismo, donde estaba mi mujer y mi hija. Si se encontraban bien o les había pasado algo... ni siquiera podía pensar en eso.
Di un golpe fuerte en el escritorio, la chica dio un respingo y me miro asustada..
— Aquí aparecen dos Sophi Smith: una está en el quirófano por una caída que tuvo...
— Mi mujer está embarazada — espete completamente cabreado — tiene dieciocho años..
— Sophi Smith embarazada — dijo con la voz temblorosa — se encuentra en el quirófano en este momento. Torre uno, piso cuatro. Solo puedo decirle eso. El diagnostico es reservado.
— ¡Mierda! — gruñí y corrí por el pasillo derecho a la torre uno.
Maldita clínica, era muy buena pero los pasillos eran raros y si venias por primera vez, podrías perderte si no ibas acompañado por personal médico.
Al llegar al lugar donde se encontraban los ascensores, corrí más rápido antes que las puertas se cerraran y me metí rápido en este. Presione el numero cuatro y el botón de cerrar las puertas. Se sacudió y empezó a subir. Habían dos señoras mayores, me miraron raro, pero no les preste atención. Mi cabeza ahora estaba enfocada en dos mujeres muy importantes que se encontraban en un quirófano luchando por sus vidas. Carajo, no debí molestarme con Sophi por lo de Tara, de todas maneras yo no la veía, porque ella solo iba cuando yo no estaba en la casa.
Mierda, y si el maldito diagnostico era reservado, eso quería decir que era grave el asunto, muy grave. Y no quería perderla, ni a ella, ni a mi hija.
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Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)
Novela JuvenilTravis Shaw es un mujeriego que no le importa lastimar a ninguna mujer, hace apuestas con sus amigos sobre que chica llevarse a la cama, solo las usa por una noche y las tira como si fueran objetos inservibles, esto le divierte y se jacta de ser el...