Sophi
— Eres un coqueto. Puede entrar alguien y vernos en esta situación — dije sentándome en la cama. No podía distraerme del tema principal.
— Te gusta que te bese no lo niegues — dijo acercándose a mí y abrazándome por la espalda.
— No cuando intentas distraerme para que se me olvide el tema que estamos tratando — dije poniendo mi cabeza en su hombro.
— Creí que ya habíamos quedado en darle una oportunidad a nuestras madres para explicarse — dijo dándome un beso en el cuello
— No es ese tema del que quiero que hablemos, sé que es tarde, pero quiero darte un regalo de cumpleaños — dije girándome para mirarlo. Travis se recostó en la cama y me arrastro con él.
— No es necesario, pero está bien. Quiero saber que quieres darme.
— Cuando regreses te daré el regalo.
— Esta bien, esperare entonces. Ahora descansa. Voy a ir abajo para traerte algo e comer.
— Ya comí en casa de mi padre. Me lleno de comida y como papá contrato una niñera para mi hermana, ella preparo galletas y unos postres. Creo que está estudiando repostería y estaba practicando.
— Ya veo, así que puedo irme sin preocupaciones de ningún tipo.
— Si, no te lo había dicho. Pero si viajas ahora, más rápido se resolverá la situación de tu hermano.
— Dejemos ese tema de lado por un momento y concentrémonos en darnos un poco de amor.
— Como digas, gatito — dije ronroneando.
— Voy a enseñarte lo que este gatito sabe hacer.
Me abrazo por la cintura y me puso sobre él. Me beso despacio y suave. Le devolví el beso deleitándome con su delicioso sabor y su facilidad para hacerme estremecer cada vez que me besaba. Sabía muy bien que Travis tenía mucha experiencia en ese aspecto porque había besado a muchas chicas y eso me molestaba. Pero también sabía muy bien que era mejor mirar hacia delante y dejar el pasado en lo que era, el pasado. Además, una vez había leído un proverbio que decía: el ayer es historia, el mañana un misterio, el hoy es un obsequio y por eso se llama presente. Así que decidí, que era mejor no mirar atrás y solo dedicarme a vivir el presente.
— ¿Sabes que me gustaría en estos momentos? — pregunto Travis dejando de besarme. Paso su lengua por mis labios y beso mi mandíbula.
— ¿Y eso sería...? — pregunte mirándolo a los ojos. Los tenia brillando de deseo y caí en un pozo, un pozo de placer súbito que en ese mismo momento y supe que ya no podría salir de ahí.
— Me encantaría verte de nuevo con la ropa de la bailarina sexy con la que me sedujiste en ese lugar a donde fui — respondió tomando de nuevo mis labios y metiendo su lengua en mi boca. Un gemido se escapo desde mi garganta y sentí un calor formarse en mi parte sur.
Puse mis manos en su rostro y las deslice hasta su cabello para enredar mis dedos en él. Tire su cabello con un poco de fuerza y un gruñido se escapo de su boca y se perdió en la mía.
— Sigue soñando querido mío.
— Soñar no cuesta nada y si tú esta en esos sueños serian aun mejores — dijo de forma sugerente y con los ojos oscurecidos por el deseo. Puso sus manos sobre mi trasero y lo apretó. Un gemido se me escapo y Travis soltó una risita.
— Eres un pervertido.
— Tu pervertido, preciosa.
Volvió a besarme y de nuevo caí en ese abismo de calor que me invadía cada vez que Travis me tocaba. Me removí un poco y pude sentir en mi vientre que Travis estaba igual de excitado que yo. Eso solo hizo que el calor en mi cuerpo aumentara y profundice aun más el beso.
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Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)
Novela JuvenilTravis Shaw es un mujeriego que no le importa lastimar a ninguna mujer, hace apuestas con sus amigos sobre que chica llevarse a la cama, solo las usa por una noche y las tira como si fueran objetos inservibles, esto le divierte y se jacta de ser el...