Capitulo 55

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Sophi

Habían pasado tres días desde que Travis se había ido a San Diego. Me había llamado por la mañana, por la tarde y por la noche. Era un poquito estresante, pero me alegraba mucho escuchar su voz. El primer día no pudo ver a su hermano porque estuvo inquieto por la llegada de Travis y termino muy cansado. Así que tuvieron que posponer la visita para el día siguiente. También me dijo que aprovecharon para descansar un rato y acomodarse en un hotel, después fueron al hospital para hacer los exámenes para saber si eran compatibles para la donación de la medula espinal.

El segundo día me conto que cuando conoció a su hermano, quedo encantado con el niño. Me dijo que era muy inteligente y alegre. Se veía muy cansado y se notaba que la enfermedad había estado muy presente en él, y que se sintió mal por no haber ido antes.

Me explico que el tipo de trasplante que utilizarían en Tom era un trasplante alogénico: para este debe recibir la quimioterapia seguida de una infusión de la médula espinal. También me dijo que como el tratamiento de quimioterapia había dejado de funcionar, iban a implementar otro tratamiento. Pero que el doctor les había recomendado que era mejor buscar un donante compatible para que le hicieran el trasplante, que así podrían salvarle la vida. Que todavía le quedaba tiempo, ya que aunque la enfermedad estaba presente, la tenían controlada. Que era muy posible que no avanzara hasta dentro de unos años y por eso todavía había esperanza de que Tom se salvara.

Pero la esperanza eran Travis y Thomas, pero sobre todo Travis, porque por lo general los hermanos son los más compatibles.

Estoy esperando la llamada de Travis, hace media hora. No sé que estará pasando, tal vez están teniendo la conversación que Travis tanto quería, no sé. Pero me asusta un poco esa demora.

Escuche el sonido de mi celular y lo agarre rápido para contestar. Estoy muy impaciente.

— Hola, querido — dije sonriendo aunque sé que no me está viendo.

— ¿Como está la mujer y futura mamá más hermosa? — pregunto Travis con emoción en su voz, pero sé que esa emoción es fingida.

— No tienes porque disimular, se que te sucede algo — dije en tono suave, no quiero que sienta que lo estoy presionando.

— No resulto lo que Tara quería y ahora está llorando — dijo con la voz apagada — yo... me siento mal. No sé que mas hacer... papá no es compatible y yo tampoco. No quiero que se muera — escuche que empezó a llorar — es un niño hermoso y muy alegre, ya siento que lo quiero. Me dijo que siempre quiso conocerme, ¿puedes creer que Tara le hablaba de mi?.

— No, claro que no. Pero debiste suponerlo. Me habías dicho que te estuvo esperando y por eso no pudieron verlo el primer día, porque se canso muy rápido y tuvo que dormir.

— Lo sé, pero pensé que tal vez le había dicho que era un amigo o alguna otra persona, no su hermano — hizo una pausa y lo escuche suspirar — también pensé que le había hablado de mi en estos días, por mi visita, pero desde que tiene uso de razón sabe de mi.

— Eso es bueno ¿no crees? — pregunte queriendo saber con exactitud la respuesta.

— No lo sé, porque cuando hable con Tara sobre el pasado, puede que no quiera volver a verla nunca más.

— Se como debes sentirte y sé también que debes estar muy mal por los resultados de los exámenes, me gustaría estar contigo para consolarte.

— Si, yo también quisiera que estuvieras aquí.

— Lo sé, pero también sabemos porque no pude ir.

— Si y si no fuera porque mi hermanito está en tratamiento y no puede dejar la clínica lo trasladaríamos de inmediato.

Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora